Ecuador polícromo y variopinto

Siempre dicen que el tiempo cambia las cosas,

 pero de hecho tienes que cambiarlas tú mismo.

Andy Warhol

En esta ocasión he querido acercarme al país de cada semana desde una óptica distinta. Más que indagar datos sobre superficie, población o diversos parámetros socio-económicos, he preferido adentrarme en el día a día de sus moradores, conocer a sus gentes y prestar especial atención a sus fiestas, sus tradiciones culturales y sus costumbres.

Ecuador es polícromo y variopinto. Cada manifestación, cada acontecimiento folklórico o cultural constituye una vibrante muestra del alma ecuatoriana. Por ese motivo he seleccionado un elenco de varios eventos que, simplemente,  me han fascinado. La visualización de los vídeos que ahora os presento me ha encandilado. No digo más.

Con todos ustedes... ¡Ecuador!

Comencemos con la Diablada de Píllaro. Allí he acudido en coche con unos amigos. Nada más llegar me he metido de lleno en la fiesta y he quedado deslumbrado por el colorido y el entusiasmo que ponen los participantes en la celebración. Una muestra ancestral de contestación y repudio contra las prédicas de los sacerdotes y el dominio de los colonizadores.

Como me he quedado con ganas de saber más sobre esta fiesta, he echado mano de este vídeo institucional donde lo explican con todo lujo de detalles.

En esa localidad fue donde también escuché a varias personas hablando en Quichua. Quedé impresionado por la sonoridad de esta lengua incaica. Solicité más información y me proporcionaron este documento y este vídeo para aprender la lengua Quichua.

Alguien me dijo en Píllaro que no me podía perder el "Pase del niño viajero" que cada año tiene lugar en la Cuenca homónima de Ecuador. Como no tenía tiempo que perder, hacia esa ciudad me encaminé. Lo que allí vi también me entusiasmó.

En Cuenca me insistieron mucho que me diera un paseo por el Qhapaq Ñan a ver si tenía suerte y encontraba el tesoro de Espíndola. Hacia allí me dirigí al día siguiente. La aventura valió la pena.

También me hablaron de Baltasar Ushca, el último hielero de Ecuador. A sus 64 años todavía sigue subiendo al volcán Chimborazo con sus dos burricos en busca de agua congelada. Ha sido una suerte encontrarme con él.

Como me quedé con ganas de conocer más cosas de Ecuador, se me ocurrió una idea genial: atravesaría el país en tren. Entre otros tramos, pasé por el desfiladero del río Chanchán, junto al macizo de la Nariz del Diablo. Casi me da un vahído.

Quería, asimismo, conocer la capital del país: Quito. Tuve la fortuna que por ahí estaba Rubén. Lo acompañé durante dos jornadas (1) y (2). Nos lo pasamos genial.

Durante mi viaje conocí a muchos españoles que vivían en el país. Allí me encontré con Marcos Acebes, Marian Sabaté, Marta Bosch, María Casadefont, Vicente Verdonces, Alicia Lamas y Juan Marín.

Estuve con ellos varios días (1), (2), (3). Si os digo la verdad me hubiera gustado poder vivir y experimentar en mi propia piel la vida de cada uno de estos compatriotas.

También me topé con unos madrileños. Su vida en Ecuador me pareció asimismo muy exótica. Les hablé de mi amigo  Paul Barbato y de su trabajo sobre el país en Geography Now.

De la misma manera, aproveché que mis amigos de Andorreando por el mundo se iban de excursión a las Islas Galápagos, para acompañarlos.

De nuevo en Quito me encontré con que las calles andaban bastante revueltas. Mucha gente protestando y disturbios por aquí y por allá. Me puse en contacto con mi amigo bloguero Damián Bernal F. para que me explicara un poco cuál era la génesis de las protestas. Me pasó este vídeo donde comenta su punto de vista sobre el tema.

Me informé también a través del diario El País para tener una opinión más ponderada acerca de esta cuestión y lo hice visualizando este otro vídeo.

Pregunté también a varias personas por blogueros que dedicaran sus "posts" a Ecuador. Me remitieron al canal de Norris Viajando, al de Kike Arnáiz y al de Vamos con Vemoh. Los tres me han parecido súper-peculiares. Todos ellos tienen un montón de vídeos interesantísimos sobre el país.

Cuando, ya por la tarde, regresé a mi hotel, me puse a ver un rato la Televisión de Ecuador para entretenerme un poco. A esa hora emitían un programa musical muy interesante: El grupo Kamay Taki, el grupo Jayac de música tradicional, la mejor Cumbia ecuatoriana y el peculiar cantante Bayron Caicedo interpretando Rondincito.

Cuando los hube visualizado todos no pude menos que pensar en lo colonizados que estamos con la música anglosajona y lo que nos estamos perdiendo de otras culturas en el plano musical.

Imposible detenerme más tiempo en esta bella y hermosa nación. Ya tenía sacado el pasaje para el siguiente país que debía visitar: Egipto.

Pero prometí que volvería a Ecuador.