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domingo, 28 de octubre de 2012

Focalizar

El Dr. Piers Steel lo dice claramente en su libro "Procastinación": las personas tendemos a dejar para mañana lo que podemos hacer hoy. Y también tenemos una tendencia innata a dispersarnos en múltiples quehaceres y dejar lo importante para más adelante.

El logro de objetivos en la vida requiere de un tiempo, de una sedimentación y constancia sin los cuales será muy difícil llegar a alcanzarlos. Hay que seleccionar los nuevos aprendizajes y focalizarse en los mismos. Y lo malo es que, con todos los distractores que nos ofrece la vida moderna, pues resulta bastante complicado focalizar y concentrarse en las tareas.

El pasado curso 11-12 tuve ocasión de comprobar en mí mismo los saludables efectos de la constancia y la sistematicidad. En septiembre de 2012 decidí aprender a nadar correctamente ya que mis destrezas natatorias distaban mucho de ser medianamente aceptables. 

En primer lugar tuve que aprender a llevar bien la respiración y a esa tarea dediqué más de dos meses hasta que adquirí el automatismo de dar tres brazadas y tomar y expulsar, alternativamente, aire por la boca. Cuando lo conseguí, ni yo mismo me lo creía. Los apoyos audiovisuales fueron muy importantes. Ahora, en Youtube hay tutoriales de casi todo.

Con posterioridad centré mi empeño en desarrollar una técnica razonable en la brazada e impulsión con las piernas. Más o menos adquirí las destrezas básicas para desempeñarme con corrección también en este apartado.

Finalmente decidí ir cogiendo fondo y conseguir nadar al menos 40 largos en cada sesión de natación. Me costó también otros dos meses, pero al final lo logré.

Esta experiencia me proporcionó la visión de que, para conseguir el aprendizaje de nuevas destrezas es vital la constancia y el tesón. Estas dos últimas virtudes sólo se materializan cuando, de verdad, existe una motivación que te impulsa a mantener el esfuerzo y no dispersarte. En una palabra: cuando decidimos focalizarnos y mantener en el tiempo nuestro empeño.

Un aspecto fundamental de mi plan consistió en no fallar ninguno de los dos días semanales que me asigné para ir a nadar y mantener la secuencia de entrenamientos durante 10 meses. Otro no menos importante fue mi determinación de conseguir ese logro.

Lo bueno de esta experiencia es que me ha dado ánimos para abordar otros aprendizajes con la misma sistemática: pasión y perseverancia. O lo que es lo mismo: emoción y repetición. Eso sí, siempre focalizando en una temática e intentando no dispersarme con los múltiples distractores con los que nos tienta la sociedad actual.

domingo, 21 de octubre de 2012

Descubriendo la naturaleza del Ebro en otoño

Día especial el de hoy. La gente asomada a los puentes para ver pasar la riada del Ebro. No ha sido gran cosa pero la crecida ha sido importante. Con las últimas lluvias se nota el aumento de caudal. Observo cierto atavismo en el comentario acalorado de los jubilados sobre si el nivel del agua supera o no al de la anterior riada. Y también en la mirada asombrada de padres e hijos que no se quieren perder la novedad de ver al río mostrando una exigua parte de su poderío.


También los turistas se han acercado a los barandales para contemplar las túrbidas aguas discurrir con bravura anegando sotos y riberas. Todo el mundo se ha echado hoy a la calle aprovechando la tregua que nos dan las nubes después de unos días de intensa descarga.

El viernes descubrí, por casualidad, que se organizaban unos paseos informativos para conocer mejor el Ebro y, ni corto ni perezoso, hoy me he encaminado hacia el Centro Ambiental del Ebro para participar en la visita guiada.


Primera sorpresa: la nutrida afluencia de padres jóvenes con niños de todas las edades, todos ellos muy interesados en las explicaciones del guía. Sorpresa muy agradable por cuanto parece que ya las nuevas generaciones se van concienciando de la importancia de una temprana educación medioambiental.


La segunda sorpresa me la he llevado al escuchar las amenas y entretenidas explicaciones del guía y las actividades que llevaba preparadas para los más pequeños. Todas ellas me han parecido muy bien planteadas y programadas.

El recorrido realizado también ha resultado muy ajustado al grupo participante. La importante avenida de agua ha resultado, así mismo, favorecedora de la observación de las aves pues muchas de ellas se encontraban en la orilla, alejadas de la corriente. Así, hemos podido observar ánades reales, cotorras, un martín pescador, un nido de pájaro moscón y... por supuesto, las sempiternas palomas.

Hemos tenido también ocasión de visualizar la porquería y suciedad que se acumulan en los desagües que, todavía vierten en el río. La foto atestigua que todavía dista mucho hasta que, de verdad, seamos respetuosos con el padre Ebro.


La duración del recorrido me ha parecido un poco ajustada. Bien es cierto que no conviene sobrepasar el umbral de mantenimiento de la atención de los más pequeños. Con todo, lo más básico ha sido expuesto y descrito con minuciosidad. Desde luego la labor de los voluntarios de Voluntarríos hay que apreciarla y agradecerla.


Finalizado el trayecto, he tomado de nuevo mi bicicleta y he regresado a casa. Como en anteriores crónicas de eventos pasados, recomiento vivamente la realización de esta actividad. Especialmente para padres jóvenes con niños pequeños. Se lo pasarán de maravilla. Sólo hay que presentarse a las 11:30 en el Centro Ambiental del Ebro que se encuentra en la margen derecha del puente de la Almozara. Ningún otro requisito adicional es necesario. ¡Ah, sí! las ganas de disfrutar y ser amante de la naturaleza.  

domingo, 14 de octubre de 2012

Sed de saber

Desde que empezó el curso me he embarcado en un decidido intento de aprender inglés de una vez por todas. Hablar y escuchar. Expresarme con corrección y entender lo que me digan en ese idioma. Es un reto difícil pero no imposible de conseguir. El plazo que yo mismo me he asignado para llegar a un nivel aceptable de comprensión-expresión es de dos cursos académicos (hasta el 31 de agosto de 2014).

Os preguntaréis cómo me ha dado tan fuerte por esta iniciativa. Pues la razón es muy sencilla: el día 6 de agosto llegaba el rover Curiosity a Marte a las 7:30 de la mañana. A mí me hacía mucha ilusión compartir con todo el equipo de la sala de control del JPL este momento tan fascinante y a las 7:00 de la mañana ya estaba conectado a Internet para seguir en directo el amartizaje.

Efectivamente, todo el proceso de "entry, descent and landing" del aparato se llevó a cabo con precisión milimétrica y, a lo largo de las distintas etapas, los ingenieros de la sala de seguimiento iban "cantando" -en inglés, claro- la evolución de los distintos parámetros intervinientes en todo el proceso.

Yo viví con ellos la alegría del momento de la confirmación del aterrizaje y el entusiasmo desbordado que se generó al celebrar el evento. Y fue en esos instantes cuando decidí que, en la próxima llegada de otra nave espacial a algún lejano planeta, debería ser capaz de ser uno más de la familia y entender perfectamente cuanto allí se dijera.

El afán de estar al tanto de la evolución de la misión hace que me conecte todos los días con la página web de la NASA y siga los pasos que se van dando para desentrañar los misterios del planeta rojo. Y también hace que me vaya percatando del estilo de trabajo de todos los miembros del equipo y la verdad es que admiro cómo se organizan y el esfuerzo que realizan para mantener puntualmente informados a los interesados por estas temáticas.

Cada semana, un miembro distinto del equipo de trabajo prepara un vídeo en el que se explican con todo detalle los últimos avances de la misión. Cada dos semanas se convoca una rueda de prensa para realizar un resumen de las tareas llevadas a cabo. Todos los días se actualiza la página web con las últimas informaciones. Además se puede seguir el evento por Facebook o por Tweeter.

Ya empiezo a vislumbrar los frutos de mi iniciativa angloparlante: a base de ir de aquí para allá, navegando por la web me voy dando cuenta que los avances más novedosos, la ciencia más actual y los enfoques más creativos se presentan, todos ellos, en la actualidad, en primer lugar, en el idioma de Shakespeare. También me doy cuenta que la traducción al español de la producción más actual, suele tardar un tiempo. La consecuencia de todo ello es un renovado esfuerzo por aprender vocabulario, giros y expresiones que me vayan facilitando poco a poco una comprensión básica de los textos en inglés.

Y a consecuencia de todo ello, un nuevo panorama se abre ante mis ojos: investigaciones punteras sobre el origen y evolución del universo, novedades en genética, avances en las neurociencias, nuevos descubrimientos en física de partículas... y muchos y muchos otros campos en los que me encantaría adentrarme.

Decididamente esta sed de saber es un estupendo aditamento para los que ya vamos cumpliendo años. Un magnífico regalo que hace que cada día se nos ofrezcan cientos, si no miles de oportunidades de adentrarnos más y más en el vasto mundo del conocimiento.

domingo, 7 de octubre de 2012

Ascensión al Borón

El sábado, día 6 de octubre tuve la suerte de compartir salida montañera con Antonio del Río, Pepi y José Antonio. Hizo un día magnífico y la travesía estaba muy bien diseñada. Partimos desde Zaragoza y en poco más de una hora llegamos al desvío que lleva hasta la presa de Vadiello. Allí aparcamos el coche e iniciamos el ascenso que no es complicado pero sí exige cierta agilidad, sobretodo en algunos puntos en los que es necesario trepar para continuar la ruta.


Iniciamos nuestro trayecto sobre las 10:00 de la mañana y, bajo la dirección de Antonio fuimos recorriendo muy certeramente el camino que viene de la canal del Palomo y que, después, cresteando, conduce hasta la base desde la que se acomete el ascenso al Borón.


Aparentemente la subida no parece tener dificultad pero lo cierto es que cuando se inicia el ataque se aprecia bien a las claras una fuerte pendiente. Aún así, acomodando nuestro paso a las circunstancias del terreno llegamos a la cima del pico desde la que se contempla un estupendo paisaje.


El descenso lo hicimos por otro camino distinto yendo un poco a la aventura pero controlando en todo momento la dificultad del terreno y los riesgos inherentes a ello ¡No hay que gastar bromas con el monte!


Es digno de señalar el apetito que se nos despertó una vez que volvimos de nuevo a la base del monte. Así que aprovechamos para comer y descansar un poco.

No faltó la compañía de los buitres que dominan señorialmente desde sus atalayas en las cimas y planeando en los cielos pirenaicos. Todo ello en un silencio que se agradece después de una semana trepidante de reuniones, clases y ajetreo en el instituto.


Retornamos -sobre las 4:30 de la tarde- cansados pero muy satisfechos por el cumplimiento de nuestra misión. Es cierto que, de alguna manera, en estos recorridos te pones a prueba y te sientes muy reconfortado cuando la superas.

¡Habra que pensar pronto en una nueva ruta! El tiempo que estamos disfrutando en estos primeros días de octubre es un regalo que no debemos desaprovechar.