El sábado, día 6 de octubre tuve la suerte de compartir salida montañera con Antonio del Río, Pepi y José Antonio. Hizo un día magnífico y la travesía estaba muy bien diseñada. Partimos desde Zaragoza y en poco más de una hora llegamos al desvío que lleva hasta la presa de Vadiello. Allí aparcamos el coche e iniciamos el ascenso que no es complicado pero sí exige cierta agilidad, sobretodo en algunos puntos en los que es necesario trepar para continuar la ruta.
Iniciamos nuestro trayecto sobre las 10:00 de la mañana y, bajo la dirección de Antonio fuimos recorriendo muy certeramente el camino que viene de la canal del Palomo y que, después, cresteando, conduce hasta la base desde la que se acomete el ascenso al Borón.
Aparentemente la subida no parece tener dificultad pero lo cierto es que cuando se inicia el ataque se aprecia bien a las claras una fuerte pendiente. Aún así, acomodando nuestro paso a las circunstancias del terreno llegamos a la cima del pico desde la que se contempla un estupendo paisaje.
El descenso lo hicimos por otro camino distinto yendo un poco a la aventura pero controlando en todo momento la dificultad del terreno y los riesgos inherentes a ello ¡No hay que gastar bromas con el monte!
Es digno de señalar el apetito que se nos despertó una vez que volvimos de nuevo a la base del monte. Así que aprovechamos para comer y descansar un poco.
No faltó la compañía de los buitres que dominan señorialmente desde sus atalayas en las cimas y planeando en los cielos pirenaicos. Todo ello en un silencio que se agradece después de una semana trepidante de reuniones, clases y ajetreo en el instituto.
Retornamos -sobre las 4:30 de la tarde- cansados pero muy satisfechos por el cumplimiento de nuestra misión. Es cierto que, de alguna manera, en estos recorridos te pones a prueba y te sientes muy reconfortado cuando la superas.
¡Habra que pensar pronto en una nueva ruta! El tiempo que estamos disfrutando en estos primeros días de octubre es un regalo que no debemos desaprovechar.
¡¡¡Bien refrescado de los montes de Vadiello !!!,las andadas en la montaña llenan pero a veces hay que ir con cuidadom máxime si son riscos agrestes, pero lo bueno es acabar un recorrido, que por los años, cada vez nos cuesta más, el aire fresco lo agradece el cuerpo. Preciosas fotos y felices fiestas de Javier.
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