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domingo, 15 de septiembre de 2013

Arranca el nuevo curso 13-14

Los que vivimos pegados al mundo de la enseñanza medimos el tiempo por cursos y no por años, así que ya hemos iniciado el "año" 2013-2014 y de nuevo la maquinaria se pone a rodar.

Con menos profesores, con más alumnos por aula, con menos recursos económicos para una comunidad educativa que contempla -atónita- cómo se escatima en algo básico y vital para un país como es la educación.

Aunque, bien pensado, no deja de ser una paradoja que las mejores cabezas, los más preparados tengan que dejar el país porque aquí no hay un hueco para ellos. Este hecho constituye -a mi entender- una auténtica hecatombe; algo parecido a lo que ocurrió en la guerra civil con los intelectuales y los investigadores más brillantes abandonando a la fuerza su país. Y lo peor de todo, ante la impasibilidad de los gobernantes y teniendo que escuchar la coletilla de que "es bueno que la gente salga fuera", que lo sería siempre y cuando la formación obtenida allende nuestras fronteras retornara y sirviera para mejorar las industrias, las ciencias y el listón de la investigación nacional.

Empieza el curso con apaños para intentar que los alumnos aprendan inglés. Aunque los que pregonan la importancia de dominar este idioma hagan el ridículo más espantoso en cuanto su avión hace escala en un aeropuerto internacional. No son capaces de manejarse en el idioma anglosajón ni es previsible que lo aprendan a estas alturas. Lo cual es otro indicador de la perentoria necesidad del cambio generacional en política. Por cierto que no deja de ser curioso que ellos (los políticos) escapen del ineluctable destino de la gran mayoría de parados mayores de 45 años: no encontrar trabajo. En ese mundillo el puesto lo tienen asegurado. Aunque tener el puesto no significa que realmente trabajen.

Y empieza el curso con unos alumnos que han vivido en sus carnes la crisis desde el 2008. Y que tienen que echarle mucha moral a la hora de esforzarse y estudiar porque no es que abunden -precisamente- los ejemplos mediáticos de tesón y motivación.

El curso arranca... la vida sigue.... y la voluntad de conseguir mejor formación y más cualificación se sigue manteniendo en la mayoría de las personas que -este año académico- empiezan o continúan sus estudios.