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viernes, 20 de diciembre de 2019

Curso intermedio de realeza


Quien vive temeroso, nunca será libre.
Horacio 

Esta vez ya iba aprendido. El año pasado superé el módulo 1 de como ser un buen rey mago. Y, por tanto disponía del grado elemental. ¡Por algo se empieza!

Las destrezas de saludar a los niños con elegancia y porte, sonreír bondadosamente, repartir sabios consejos y atender con presteza a sus peticiones fueron adquiridas en diciembre de 2018. Lo pone en el título.

En esta ocasión aspiraba al nivel intermedio. Una meta un poco más complicada. Con nuevos retos y mayores desafíos. Un nuevo peldaño.

Afortunadamente todo se articuló para conseguir, de nuevo, superar la prueba.

Las madres del APA -súper pendientes de nosotros- tenían ya todo dispuesto. Habían pasado los trajes por la tintorería y lucían limpios y resplandecientes. Lógico, cuando hablamos de la realeza. Empezábamos con buen pie.

Luego nos ayudaron diligentemente a revestirnos. Ningún detalle se escapaba a sus escrutadores ojos: Las melenas bien peinadas, los guantes correctamente enfundados, los anillos bien ceñidos y la corona en su sitio. Cualquier atisbo de arruga en el manto fue discretamente corregido. Aspectos que a nosotros nos pasaban desapercibidos ellas los detectaban al instante. Para que todo discurriera con elegancia y solemnidad. Como corresponde a tan mayestáticos personajes.

Una vez que todos los arreglos se hubieron dispuesto, se nos dejó solos en la habitación. En una suerte de retiro momentáneo y voluntario equivalente a un rápido cursillo de auto-convicción regia. Allí quedamos a la espera de que llegara la orden de salir de nuestro encierro.

En una fracción de tiempo que no sabría precisar, la puerta de la habitación de nuevo se abrió y una voz femenina nos urgió a que iniciáramos -en hilera- el solemne paseillo. Lo hicimos acompañados de una corte de pajes reales; chicos y chicas -mayores- del colegio que se adelantaron para anunciar nuestra llegada.

El recibimiento en el patio de recreo fue apoteósico. Y el griterío ensordecedor.

Después de una sonora descarga de confetis por parte de los pajes, la comitiva se puso en marcha atendiendo las demandas de los más pequeños que no querían otra cosa sino comprobar si éramos los reyes "de verdad".

Allí nos tenéis a los tres saludando a niños y mayores, repartiendo sonrisas por doquier e inquiriendo las más de las veces a los interesados por su conducta durante el año en curso. ¿Os habéis portado bien?

Yo, que ya me había metido de lleno en el papel, de vez en cuando, recordando mis tiempos de monaguillo, soltaba algún latinajo de "ad tertiam" para darle más realismo a la cosa. También probé suerte con el francés y con el inglés puesto que me parecía más exótico y creíble. Espero que así fuera.


Finalizado el recorrido por el patio pasamos al interior del centro y, en una clase preparada al efecto, nos aposentamos en los correspondientes tronos.

Allí empezaron a desfilar una multitud de angelitos con sus cartitas ya redactadas. Nos indicaban lo que habían pedido a los reyes, asentíamos con aquiescencia y luego entregábamos la carta a un paje real para -a continuación- entregarles un pequeño detalle. El desfile de cada clase finalizaba con el cántico de un villancico. Hubo varios momentos en los que me emocioné.

Tras atender a los alumnos de infantil, les tocó el turno a los de primaria. Sólo hasta 3º puesto que la cobertura de la magia de los reyes magos ya no alcanza a los de 4º y en adelante.

Nos hicimos también las fotos de rigor con las madres y las profesoras. Todo el evento quedó profusamente registrado.

No recuerdo en qué momento de nuevo nos vimos en el vestidor quitándonos los hábitos, la capa y demás prendas para pasar, posteriormente, a una sala del APA donde las madres nos agasajaron con dulces y bebidas calientes y frías. Asimismo tengo que agradecerles el detalle que nos entregaron a cada uno de los reyes. ¡No se les escapa ni una!

Cuando de nuevo me vi en el Camino de las Torres fue donde me apercibí de que ya habían pasado tres horas y media desde el inicio de la función. Un período de tiempo que para mi había representado lo mismo que un suspiro.

Esa noche me dormí con el recuerdo de la mirada cándida de los niños, el sonsonete de los villancicos y el empeño de la comunidad educativa por hacer que ese día representara algo especial para todos.

Creo que he superado el curso intermedio de realeza. A la espera estoy de que llegue el título.

4 comentarios:

  1. La magia la transmiten las costumbres del belén y los Reyes Magos y si se pueden representar y ser Majestad creando ilusiones, mejor que mejor.
    Segundo año consecutivo siendo rey mago, ya tienes experiencia.
    Ese colegio lo conozco bien, ahí estudió mi hijo y guardamos la familia muy buenos recuerdos.
    El colegio de las Concepcionistas y sus actividades.
    Me agrada la coincidencia.
    Sé que los reyes nos traerán bendiciones.
    FELiz NAVIDAD, Don José Luis.

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  2. Feliz Navidad y mis mejores deseos para el próximo año 2020.

    Un abrazo
    JL

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  3. Qué bueno José Luis!! Cómo he disfrutado leyendo tu mayestático artículo!!! Feliz Navidad y Próspero año 2020.Un abrazo.

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    1. Gracias por tu cumplido, Luis. Yo también os deseo nuy felices Navidades y mejor 2020.

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