Aferrarse a la ira es como beber veneno
y esperar que la otra persona muera.
Buda
Aquellas gestas ejercían una potente atracción entre las personas que deseaban respirar aires nuevos. Embarcarse en las mismas solía también conllevar el hecho de emparejarse con habitantes de exóticos mundos; de formar, en una palabra, familias que portaban la impronta de la diferencia étnica y cultural.
Trasladando aquella situación a los tiempos actuales, vemos que Internet ha diluido las fronteras entre los países. Y que un único idioma de intercambio (el inglés) ha contribuido enormemente a posibilitar el contacto y el conocimiento entre personas a lo largo del planeta.
Pero también el español. Cada vez más personas en todo el mundo se sienten atraídas por las costumbres y el estilo de vida de los españoles y, sobretodo, de los latinoamericanos.
Mi labor de escudriñador de YouTube en busca de informaciones sobre distintas naciones ha tenido un efecto colateral: descubrir, asimismo, personas y parejas que nos ofrecen desde lejanos países su visión del mundo en nuestra lengua y también su rica experiencia de convivencia.
La popularización de las vídeo-comunicaciones y los precios económicos de las aerolíneas nos acercan virtualmente en el primer caso y presencialmente en el otro a personas y territorios que nunca hubiéramos imaginado.
Ahí tenemos por ejemplo a mi amiga Jenn de Corea. Encantadora con su aterciopelada voz y sus ocurrencias sobre el español.
¿Y qué me decís de Javiertzo? Un vasco casado con una china que nos cuenta un montón de historias de su vida en China y de su relación con Lele. En este enlace tenéis acceso a su canal con un montón de vídeos; muchos de ellos desternillantes.
Otro caso de pareja multicultural es el de Diego Saúl Reyna y su esposa canadiense. Me he divertido mucho visualizando sus aventuras.
Otro más: una camerunesa casada con un mexicano ¡y viviendo los dos en Canadá!
Y para finalizar un último ejemplo: mi hija mayor, casada con un dominiqués (de la isla Dominica)... Y viviendo en Londres.
Nunca como ahora ha sido tan fácil conocer o visitar otros países y formar parejas interraciales. Para mi está claro: el mundo camina hacia la mezcla.