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viernes, 14 de junio de 2019

Apartamento turístico Navalinda. Casas del Monte (Cáceres)


El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación
 tan parecida que se necesita un especialista
 muy avanzado para verificar la diferencia.
Woody Allen

Si hubiera de señalar en el mapa mundi sucursales del paraíso, una de ellas la emplazaría sin dudar en Casas del Monte (Cáceres).

Tan fértil es el valle que alberga al pueblo, tan cuidados están sus alrededores y tal es la abundancia del agua que el viajero no sale de su asombro cuando pasea por las inmediaciones de la villa.

Para los que nacimos en tierra de secano las vastas extensiones de cerezos repletos de frutos constituyen una especie de desideratum; un logro increíble del hombre y un regalo de la naturaleza.

Allí las hojas de las higueras alcanzan un tamaño descomunal y los frutos son, asimismo, sabrosísimos y de enormes proporciones. Qué decir de las fresas y de los alberjes. Excelentes por su tamaño y por su sabor. Todo el Valle del Ambroz es un regalo para la vista y el resto de los sentidos.

Si a todo esto añadimos la calidez en el trato con los habitantes de la villa y su disposición para que el viajero se lleve el mejor de los recuerdos, habremos dado con la fórmula perfecta, con la clave para hacer de la estancia una experiencia inolvidable.

Iván y Sandra regentan el apartamento turístico "Navalinda" y se desviven para que nada les falte a los viajeros: la casa dispone de todas las comodidades; tiene conexión WIFI y es amplia y confortable.

En un esfuerzo de innovación, Iván me ofreció la posibilidad de recolectar cerezas y de asistir a todo el proceso de trasporte hasta la Cooperativa, pesado y empacado del producto listo para su expedición a diversos puntos de España.

Por la tarde pudimos degustar una exquisita pizza en el establecimiento donde ambos la elaboran de forma totalmente artesanal. En todo momento nos sentimos atendidos y, al mismo tiempo, libres para disfrutar de nuestro tiempo de ocio. Desde estas líneas les agradezco su entrega y dedicación.

Hasta tal punto nos gustó la estancia que incluso comentamos con mi mujer -idea loca- la posibilidad de proponer un nombre con más gancho para este municipio. Puesto que -según Iván- existen más de mil variedades de cerezas, la tarea sería tan fácil como elegir el nombre de una de ellas y ponérselo al pueblo.

Bueno, en todo caso, mejor que mis explicaciones, este pequeño reportaje quizás resulte más ilustrativo. 

Cerezo plagado de frutos

Las calles de Casas del Monte son poesía floral

Otro precioso rincón

El entorno está súper cuidado

Hermosa composición floral













1 comentario:

  1. Vaya rincones preciosos descubre usted.
    Agua abundante, flores, lugar bucólico , y entremedio, el canto de los pájaros,... ! Ah,!,y el galgo, Hiskot, con su acto de presencia en la película.
    Veo que habéis disfrutado con el mundo de la cerezas.
    Saludos de Javier

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