Como en la página web no se indicaba nada referido a precio ni necesidad alguna de reservar, allí nos hemos dirigido -con tiempo- para disfrutar de la obra.
Ha sido imposible. La inveterada costumbre española de no informar (o informar a medias) de nuevo se ha manifestado y, en esta ocasión en forma de "teníais que haber reservado".
De nada ha servido esperar en la cola por si fallaba alguien de la "reserva". La inútil espera podía haberse traducido en malestar o malas bilis. Afortunadamente, nada de eso ha ocurrido y los devaneos mentales se han ido por los derroteros del análisis de la ilógica lógica aplicable en estos casos.
El tema es que el IAACC va por un lado y la compañía de teatro por el suyo. Cada uno a lo suyo. Y a ninguno de los dos se les ocurre la idea de informar al público deseoso de asistir al evento de la necesidad de reservar la entrada y el precio de la misma. ¿Quién debería ser el encargado de coordinar? ¿Por qué no ha realizado su tarea con diligencia? ¿Cuál es, en una palabra, la causa de un olvido tan llamativo?
Bueno, el caso es que para aprovechar la mañana, como plan alternativo, nos hemos dirigido a la exposición China Next Door. Cuarenta obras propiedad de los coleccionistas italianos Ernesto y Claudio Espósito. No sé cuánto habrá tenido que desembolsar la DPZ para poder exponer la obra. Lo que tengo claro es que los italianos han realizado una buena inversión al adquirir arte chino.
Felicidades por tu blog, Jose Luis, me parece un ejemplo de diseño, contenido y estilo elegante.......un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias por tu elogioso comentario, Mariano. Yo también doy vuelta a menudo por tu blog que también me parece excelente y muy acertado. A la vuelta de vacaciones volveremos a contactar para comentarnos nuestras respectivas iniciativas. Un cordial saludo. José Luis
Eliminar¡¡¡Qué vamos hacer !!!, que todos los males vengan por ahí, aprovecho para darte un saludo. Javier.
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