Antaño las peregrinaciones se realizaban con la finalidad de visitar un lugar sagrado y -de paso- disfrutar de las prerrogativas que los jerarcas de las distintas religiones tenían a bien determinar.
"Una peregrinación o peregrinaje es el viaje a un santuario o lugar sagrado con importantes connotaciones religiosas. Es, también, un viaje efectuado por un creyente (o grupo de creyentes) hacia un lugar de devoción o un lugar considerado como sagrado según la religión de cada uno.
El término peregrinación proviene del latín peregrinatio y significa viaje al extranjero o estancia en el extranjero. Según los orígenes etimológicos, el peregrino es el expatriado o exiliado. Sea como fuere, es un extranjero desconocido en el país y privado de la asistencia de una colectividad.. El desplazamiento, generalmente andando, de los hombres y mujeres hacia los lugares en los que entran en contacto con lo sagrado es una práctica común de todas las religiones y culturas. La peregrinación es un fenómeno casi universal de la antropología religiosa. El peregrino encuentra lo sobrenatural en un lugar preciso, en el que se participa de una realidad diferente a la realidad profana.
Es famosa mundialmente la peregrinación, o Hajj, de los fieles musulmanes a La Meca, la de los fieles católicos a Santiago de Compostela, o la de los observantes judíos a Jerusalén, durante las tres festividades de Pésaj, Shavuot y Sucot. La peregrinación se puede realizar por mera profesión de fe o como método para expiar algún pecado según la religión practicada, e incluso como agradecimiento por peticiones concedidas a la figura religiosa pertinente" (Extraído de Wikipedia).
Como vemos la religión y la fe trataban de explicar muchos fenómenos que para los seres humanos resultaban incomprensibles. Esta orientación todavía perdura y a la vista está el peso y la influencia de las distintas religiones en el mundo.
Afortunadamente los tiempos han cambiado -y mucho- y la ciencia está realizando avances gigantescos en todos los ámbitos del saber. Los enfoques místicos o sobrenaturales han quedado eclipsados por el rigor de la experimentación y la razón. La explosión de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ha constituído -sin dudarlo- un factor exponencial en la velocidad del avance científico.
Yo mismo he vivido este tránsito de lo sobrenatural al mundo del raciocinio. De niño fui monaguillo en el pueblo y viví envuelto en la densa atmósfera de los cánticos y rituales que tanto se prodigaban en la época, participando en misas, novenas, cuaresmas, terciam, nonam y demás oficios religiosos.
Bien es cierto que el mundo infantil todo lo adorna con su particular visión lúdica y jocosa de los acontecimientos y, por tanto, con mis amigos -también monaguillos- nunca acabamos de meternos a fondo en las rígidas estructuras eclesiales.
La inevitable atracción por el sexo femenino y los primeros escarceos amorosos constituyeron el primer elemento de ruptura con los cánones religiosos establecidos en la época (las confesiones y comuniones fueron distanciándose cada vez más). Posteriormente el acceso a un mundo educativo y cultural más amplio terminó por alejarme definitivamente de lo religioso.
El rápido progreso de Internet nos acerca a nuestras casas -y al instante- todo lo que ocurre en el mundo. No es de extrañar, por tanto, dada mi inclinación por el campo de la ciencia, que desde hace ya varios años me interese cada vez más por los últimos avances, fijando especialmente mi atención en los ámbitos de la exploración espacial y la física cuántica.
Y la consecuencia de este interés que cada vez se acrecienta más es el deseo de visitar los lugares punteros en los ámbitos descritos e incluso de participar de alguna manera en eventos especialmente significativos.
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Esta ha sido mi particular peregrinación. Un viaje de 790 Km -entre ida y vuelta- que ha merecido la pena y que relataré en mi próxima entrada.
Excelente documento sobre la peregrinación, amigo José Luís.El hacer el camino de Santiago representa para mucha gente el final de un esfuerzo,de convivencia con uno mismo, premiado al final con ese halo espiritual como buscando que "alguien " te recompense por la dureza de la existencia.Todos los que lo han hecho vuelven muy llenos de ánimo, y ¡¡¡digo yo !!!, algo tendrá el agua cuando la bendicen. La tranquilidad de las personas y el misticismo suele ayudar a las personas a llevar una existencia más rica. Un saludo de Javier.
ResponderEliminarPor supuesto que la altura de miras y la convivencia cercana con otros peregrinos constituyen una ayuda importantísima en la existencia de cada uno. Sin duda hay distintos caminos para conseguir la paz de espíritu. Cada cual debe elegir el que mejor le conviene. Saludos afectuosos. JL
EliminarHola José Luis, buen artículo. Yo ya he terminado mi peregrinación anual. Esta vez ha sido de unos 750 km que separan, por vía de la plata, Sevilla de Astorga. Y como bien dice "Chavierin", el Camino engancha y ayuda a buscarse a uno mismo, sobre todo en éste, en el que sólo vimos a 12 peregrinos en 24 días.
ResponderEliminarUn saludo y felicidades por tu peregrinación.
Me alegro de que hayas realizado el camino exitosamente. Seguro que te lo has pasado de maravilla. Sin dudarlo, ha tenido que ser una gran aventura. Me sorprende que sólo os hayáis encontrado con 12 peregrinos. Sé que en tu caso, también te gustaría la peregrinación a las grandes catedrales del saber. Un abrazo. Seguimos en contacto. JL
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