Sabida es mi afición a recoger notas escritas dejadas por el suelo. Sí, lo reconozco; me pica la curiosidad adivinar quién las escribió y por qué; valorar si pueden ser o no representativas de la media de la población; con qué intención se redactaron y, sobretodo cuál puede ser la razón por la que -tan alegremente- se hayan dejado allí, abandonadas, en la calle.
A veces pienso si este sesgo no tendrá ya tintes de manía puesto que tanto me atrae. Pero yo mismo me concedo perdón y el permiso de desarrollar esta "afición". Vamos cumpliendo años y yo creo que uno puede permitirse el lujo de admitir ciertas debilidades.
Os traigo hoy las últimas 3 notas encontradas recientemente. Vamos a echarles un vistazo.
Esta primera no tiene mucha complicación. Aunque si analizamos detenidamente tanto el contenido como la letra de la nota; la cosa puede dar más juego. Apostaría que la ha escrito una señora y me llama la atención el artículo pimienta negra. Quiero imaginar que las personas que adquieren ese condimento buscan darle más sabor a la comida ¿quizás también a la vida?
Qué pena no ser experto en grafología. Si así fuera dispondría de otra herramienta adicional para sacarle más jugo a los escritos que me encuentro.
La segunda nota estaba escrita por las dos caras. Para mi que tiene que ver con las obras que se llevan a cabo en un edificio
ya casi acabado de construir que está cerca de mi casa.
Me queda la duda de resolver con más precisión las secuencias numéricas que aparecen en el boleto. Seguro que se trata de una supervisión de terminaciones del edificio. Pero... ¿qué tipo de terminaciones? ¿y cuál es la lógica oculta en la secuencia?
Si la descubrís no dejéis de comentármelo.
Y vamos con la última. Creo que la ha escrito algún escolar en plan de broma. Pero me llama la atención el enfoque. ¿Algún simpatizante de Vox, quizás?
Nada, amigos. El que no se entretiene es porque no quiere.
Espero poder ofreceros otra tanda para más adelante. La verdad es que materia prima no falta. Sólo hay que estar un poco atento para descubrirlas. Algo parecido a buscar rebollones...
Algún día te encontrarás algún mensaje enigmático, cómo esos de las botellas en el mar, o esos de los pasadizos secretos, o los armarios con doble fondo, o ese libro con cuchillos dentro. Todo es una eterna curiosidad y sorpresa, un abrazo, José Luis.
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