Mi viejo Samsung S4 empieza ya a tener achaques. Un día se queda desmemoriado y ya no recuerda el teléfono de algún conocido. Otro se pone "en espera" cuando intento comunicarme con mi mujer. Las más de las veces suele encabritarse y me suelta un "memoria insuficiente" cuando le pido que me muestre fotos tomadas hace algún tiempo.
Se lo perdono. Se por propia experiencia lo que son las indisposiciones de la edad. No le doy más importancia y sigo agradeciéndole los buenos servicios que me presta. Día tras día ha resultado ser un estupendo colaborador. Una segunda memoria. Un amigo y un confidente. La verdad es que se lo agradezco.
Últimamente ha empezado también a manifestar síntomas de reuma. La tecla del volumen ya no va tan fina y debo presionar con la uña si quiero subir o bajar el sonido. De momento me arreglo así.
A veces me planteo si no me debería comprar otro equipo. Un modelo más nuevo. Pero me resisto. Pertenezco al colectivo de los que les cogemos cariño a las cosas. Prefiero tirar con él mientras aguante.
Al móvil también se le coge aprecio, aunque sea inanimado, ten en cuenta que es el guardián de todo lo escrito y dibujado, y te canta todas las canciones del mundo, mientras aguante. rendile pleitesía, se lo merece.un saludo de Javier
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