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viernes, 27 de marzo de 2020

Podía haber sido peor


Los burócratas son personas tan sumamente
 ocupadas que no tienen tiempo ni de trabajar

A fecha de hoy llevamos ya 11 días de confinamiento y las noticias sobre la falta de material y de recursos para los sanitarios y las residencias de ancianos van que arden.

Esta crisis del coronavirus está sacando a la luz un montón de desajustes e imprevisiones por parte de la administración en sus distintos niveles. Y las imágenes que vemos en televisión nos impactan por la dura evidencia del desbordamiento de la situación. Nos creíamos tan fuertes y tan invulnerables con nuestro "mejor sistema de salud de todo el mundo" que la situación actual nos parecía inconcebible.

La cruda realidad es que las sociedades modernas son más frágiles de lo que pensamos. Hemos construido un castillo de naipes que con un simple soplo algo más encrespado de la naturaleza, puede venirse abajo.

Y menos mal que los servicios básicos se mantienen: la alimentación, la electricidad, las comunicaciones... Pero imaginaos la confluencia de varias crisis al unísono. Todo podía haber sido mucho peor.

Imaginad, por ejemplo, que al mismo tiempo que el coronavirus se produce una gigantesca llamarada solar que apaga todas las comunicaciones a nivel mundial y que, de paso fulmina un buen porcentaje de líneas de conducción de electricidad. ¿Cómo abordamos en las ciudades la situación sin ambos fundamentales recursos?

No me quiero ni imaginar lo que supondría la falta de alimentos, la incomunicación y la desactivación de todo aquello que funcione con electricidad.

Por no hablar del impacto de un meteorito, de una sequía extrema o de un virus todavia más maléfico.

O, bueno, no me voy tan lejos. Imaginad varios eventos metereológicos catastróficos concatenados con la pandemia: lluvias intensas, viento extremo, inundaciones... Como decimos en Aragón: "A cascarla todo"

No es algo imposible. La probabilidad de que confluyan varias de estas situaciones es, desde luego, superior a 0.

Si alguna lección podemos sacar de esta crisis es que hemos confiado demasiado en la placidez de nuestras sociedades y de la omnipotencia de la tecnología y que carecemos de planes y de material suficiente para afrontar los peligros graves que pueden amenazar a toda la sociedad.

Yo, por si acaso, he vuelto mi mirada al pasado. Hemos comprado semillas de diferentes hortalizas y hemos pensado que no está de más tener un remanente plantado en el jardín. También le estoy dando vueltas a poner unas gallinas en Villamayor. Visto lo visto... ¡nunca se sabe!

1 comentario:

  1. Me ha gustado lo de las gallinas y lo de las semillas, y el responso a la falta de improvisación, quieres salir de esto y te das cuenta que faltan los estudios bien hechos.
    Después de esto se sacarán muchas conclusiones, entre ellas la importancia de la sabiduría y el criterio para organizar las cosas, más en estos momentos.
    Tened precaución, ya saldrá el sol.
    Saludos de Javier.


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