Nadie quiere morir. Incluso la gente que quiere ir
al cielo no quiere morir. Sin embargo, la muerte
es el destino que todos compartimos.
Nadie ha escapado a ella. Y así debería ser, porque
la muerte es el mejor invento de la vida.
Es el agente de cambio de la vida.
Limpia lo antiguo para dejar paso a lo nuevo.
Steve Jobs.
Ahí la tenéis. No gira. Permanece estática. Pero para mi que ese detalle no le resta nada de belleza. Se trata de una galaxia enmarcada en un cuadrado de 8x8 metros. Con cuatro brazos en espiral -como nuestra Vía láctea-. Diseñada para conmemorar la visita virtual a los primeros 50 países.
Las estrellas han sido sustituidas por romeros. Cincuenta en total. Y los planetas bien podrían quedar representados por las piedrecitas que salpican todo el terreno. Los tomillos autóctonos se han preservado. En este caso podrían desempeñar sin problema alguno el papel de nebulosas.
En el centro de esta particular galaxia un floreciente romero traído expresamente de Jaraba desempeña el papel de agujero negro supermasivo. Inofensivo en este caso. No hay que preocuparse.
Los brazos de mi galaxia albergan -al igual que la Vía Láctea- multitud de sistemas solares. Pero para simplificar yo he plantado 12 romeros en tres de sus brazos. El cuarto representa al Brazo de Orion que es donde se ubica nuestro Sistema Solar. En este último he colocado 13 plantas.
La ayuda de mi amigo Basilio ha sido fundamental para llevar a buen término el proyecto. Gracias a su paciencia y a sus conocimientos conseguimos refinar los ángulos rectos del cuadrado. Hubo que tirar de teorema de Pitágoras simplificado y todo. Usar la fórmula de 3-4-5. ¡Una proeza cartográfica!
También me proporcionó casi la mitad de los romeros. Su habilidad para reproducirlos mediante esquejes es indiscutible. ¡Gracias, maestro!
La "Galaxia de los romeros" terminó de perfilarse el 4-3-20. Y al igual que las estrellas incipientes a las plantas allí ubicadas les queda un largo trecho por recorrer.
Si, lo se. Todo es efímero. Pero nada me quita el disfrute y la satisfacción de haber llevado a buen término esta iniciativa.
Enhorabuena por la culminación de esta idea que llevabas en tu ideario.
ResponderEliminarBienvenida sea la Galaxia de los romeros.
El punto de implantación es certero y con mirada al firmamento, es como un guiño de la tierra a las estrellas entre plantas y cielo abierto,... en las alturas.
Eso tomara arraigo.
La reflexión bella y la sensibilidad plena, veo que todo te reconforta.
Aplausos para tu iniciativa.
Un abrazo, José Luis.
! Qué bien te llevas con el firmamento !
Artículo de mucho nivel
Sí, Javier. Trato de llevarme bien con el universo. Pero es esquivo. Y casi siempre desconcertante. De ahí se deriva -creo yo- su grandiosidad.
ResponderEliminar¡Un saludo afectuoso!