La curiosidad me hizo subir hasta la primera planta y -sorpresa muy agradable- allí me encontré con una muestra muy bien documentada y organizada.
El contenido de todas las salas es digno de admirar. Aunque si algo debiera resaltar, destacaría, sobretodo, la mirada lánguida y melancólica de las princesas así como las expresiones petrificadas de asombro del resto de muñegotes ¡Una delicia!
Os dejo unas fotos de la exposición que, con tanto acierto ha dirigido Adolfo Ayuso ¡Os recomiendo que la visitéis!
¡ Hola !, que venimos maese Gepetto y yo, a aplaudir la exposición !.
ResponderEliminarEstoy seguro que el maestro de Pinocho disfrutaría mucho paseando por las salas de ese mundo mágico y de ensoñación.
Está muy bien traer la magia de lo antiguo, ir a ver de vez en cuando al muñeco Pelegrín o escuchar a los artistas del teatro Arbolé disertar sobre la conveniencia de los muñecos. títeres y marionetas para educar el mundo infantil,... de cuando solo existía la imaginación para entretener.
Bellas creaciones que se mantienen en el tiempo.
Un saludo de Javier.
Ahhh... Se nota que, en cuanto puedes, dejas traslucir tu alma de artista...
ResponderEliminarUn abrazo, Javier. Se acerca printemps y también fechas señaladas en el calendario...