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viernes, 8 de febrero de 2019

El cerebro crece

Hablaba el otro día con un amigo acerca de diferentes experiencias por las que habíamos pasado últimamente. Nada, eran actividades muy sencillas como ir en bicicleta por lugares nuevos o mirar una web en la que nunca antes habíamos entrado...

A raíz de ese comentario, la conversación fue derivando hacia la conveniencia -que ambos veíamos- de involucrarnos en tareas nuevas y, si me apuráis, sorprendentes. Los dos coincidíamos que con esta estrategia nuestro cerebro, de alguna manera, establece nuevas conexiones o, más sencillamente, crece.

Equipado pues con este novedoso constructo, he revisado alguna de las misiones novedosas en las que, intencionalmente, me he involucrado. Os las cuento según las vaya recordando:

- Construir una balsa con losetas de arcilla fresca.

Allí redescubrí el placer de trabajar con el barro. De rememorar tiempos de la infancia. De realizar una tarea manual y concentrarte sólo en lo que estás haciendo. De saborear la experiencia de construir algo útil que da soporte a muchos animales que viven por el entorno... ¡y muchas cosas más!

- Emprender un viaje virtual por el mundo

  La verdad es que no recuerdo cómo surgió esta idea; pero de alguna manera, en algún momento, llegué a la conclusión de que, con los recursos informáticos actuales, uno puede obtener una experiencia muy similar a un viaje real. Soy muy consciente de que -evidentemente- no es lo mismo pero a mi me está sirviendo de mucho.

- Apuntarme a una web de profesores de idiomas a nivel mundial

 Esto ha sido una derivación de la experiencia anterior. Puesto que yo mismo me propuse hablar al menos con un ciudadano del país que estuviera visitando y dado que en las primeras naciones visitadas no encontraba la mejor manera de hacerlo, pensé que, pagando una pequeña cantidad, sería más rápido y más instructivo contratar un "teacher" por Internet.

Dicho y hecho, ya me he creado una cuenta en Italki y, hasta ahora, la experiencia no ha podido ser más interesante puesto que ya he conversado con J. Ríos de Puerto Rico. No encontraba nadie de Antigua y pensé que alguien de una isla cercana podría, asimismo,  ofrecerme alguna información al respecto.

También he apalabrado un chat con Abdulla Alhsahri de Arabia Saudí y otro con la profesora Faiza de Argelia. Ya os contaré...

- Plantar árboles, arbustos y plantas aromáticas en lugares inhóspitos

Esta actividad me chifla y supone un constante desafío mental para mi. Sobretodo por el reto de proporcionar agua a las plantas en tiempos de estiaje. Ya he realizado plantaciones en tres ubicaciones diferentes. De momento tengo que llevar yo el agua con el coche pero el desafío es cómo conseguir recolectar el agua de la lluvia.

- Introducirme en el mundillo de las exploraciones espaciales

Cuanto más me meto, más me sorprendo. Por los increíbles avances tecnológicos que el ser humano ha desarrollado. Por el espíritu de equipo que observo en todas las misiones de la NASA y por la excitación que me produce ver por vez primera las imágenes de otros mundos.

- Ir un día a jugar al golf con un amigo

Nunca había practicado este deporte. Tiene su miga

- Participar en el baile de "San Sebastianico" en Urrea de Jalón

Disfruté como un enano realizando esta actividad en compañía de Serafín

- Recorrer en bici -en compañía de otro amigo- lugares en los que nunca antes había estado

Es otra actividad que me encanta. Siempre sorprendente y llamativa. ¿Conocéis la Fuente Amarga o la Ruta Esteparia? yo no tenía ni idea. No hace mucho fuimos por allí.

- Acudir como invitado en Londres a una fiesta de nuestra familia de Dominica

Puesto que mi hija mayor se ha casado con un londinense cuya familia proviene de esa isla, el descubrir sus hábitos y costumbres o, simplemente, charlar con ellos, también me resulta divertido y muy gratificante ¡Ah! otra cosa que me encanta son los cálidos abrazos con los que nos obsequian.

- Escribir este blog

Un ejercicio mental de primer orden. Exponer mis ideas y obligarme a plasmarlas por escrito cada semana ha resultado ser, también, otra actividad con un gran contenido.

En fin, amigos... Sólo hace falta un poco de voluntad y tener claro que -metiéndonos en actividades novedosas- nuestro cerebro crece. Cada uno puede elegir las que más le atraigan su atención.  ¡Hay que aprovechar este magnífico recurso que la madre natura nos ofrece!

¡Hasta la próxima semana, peripleros!

4 comentarios:

  1. Después de repasar tus sencillas actividades que te has propuesto...José Luis me ha venido a la mente una bella historieta:
    Una vez le preguntaron a un señor muy rico.
    -Usted que todo lo tiene...díganos ...qué es para usted la felicidad?
    Quedó pensativo un momento y contestó:
    -Para mí la felicidad es,charlar un rato con el jardinero.
    Y es que la felicidad,la mayoría de las veces,está en las cosas sencillas como las que tú enumeraste y generosamemte compartiste.Un abrazo.


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  2. Qué sabia reflexión, D. Luis. Totalmente de acuerdo con usted. La sencillez es la esencia de la vida. Un abrazo. JL

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  3. Tiene usted mucha razón, el cerebro crece, y el aposento emocional también.Hacer cosas que te ilusionen y ocupen tu devenir diario es una bendición que no está al alcance de muchas personas.
    Tu siempre has tenido una variedad grande de entretenimientos, físicos, intelectuales, de observancia,... que hacen que tu tiempo fluya con amenidad.
    Siempre ha sido grande tu predisposición a ocupar los tiempos.
    En el fondo un libro abierto de aptitudes.
    Un saludo de Javier.

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  4. Sí, Javier. tienes toda la razón del mundo. El aposento emocional es básico ¡Esa es la clave!

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