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viernes, 5 de octubre de 2018

Movilidad sostenible... y compartida

Desde que se dio la voz de alarma por el sobrecalentamiento de nuestro planeta por la acción humana, han pasado ya bastantes años.

Al principio, los más sensibilizados con esta temática tuvieron que sufrir -con bastante frecuencia- las críticas -e incluso las burlas- de los que no estaban por la labor... ¡Ya están estos ecologistas dando la lata! Pero cuando la contaminación de los ríos, de los mares y del aire alcanzó niveles alarmantes se fue generalizando la idea de que "algo habría que hacer".

En 1957 el río Támesis fue declarado biológicamente muerto por el museo de Historia Natural y las noticias de la época lo describían como una cloaca enorme y maloliente. La situación en otras partes del mundo no era mejor. Que los ríos destilaban olores pútridos, suciedad y muerte de fauna acuática era palmario. Se veía y se olía. Las aguas contaminadas se detectan de inmediato.

Sin embargo la contaminación atmosférica pasaba más inadvertida. A pesar del incremento del parque de automóviles a nivel mundial, de los motores de los grandes buques cargueros y petroleros y de las centrales eléctricas de carbón, la voz de alarma tardó más en darse en este terreno.

En 1952 se produjo el episodio del "Gran Smog de Londres". Entre los días 5 y 9 de diciembre, una densa capa de niebla contaminada cubrió totalmente la ciudad. La causa fue el incremento incontrolado de la quema de combustibles fósiles en la industria y en los trasportes. Se cree que el fenómeno causó la muerte de 12.000 londinenses y dejó otros 100.000 enfermos.

En diciembre de 2015 las autoridades de Pekín tuvieron que decretar las dos primeras alarmas rojas por contaminación atmosférica. La situación en otras capitales mundiales como México, Santiago de Chile o París también era crítica. La evidencia de que también estábamos envenenando el aire y que había que actuar de urgencia no tardó en extenderse.

Al principio se empezaron a implementar algunas medidas para reducir la contaminación debida a los automóviles: catalizadores, mejoras en el rendimiento de los motores, coches eléctricos etc. Pero el modelo de uso individual del coche era -y sigue siendo- la norma habitual. La potente industria del automóvil necesita continuar la producción. La cadena no debe parar.

Sin embargo poco a poco se ha ido generalizando la idea del uso de otros medios de trasporte que no sean contaminantes. Muchas ciudades (Zaragoza fue de las primeras) adoptaron la bicicleta como alternativa al coche o las motos. Algo empezaba a cambiar.

Pero cuando de verdad se ha visualizado el cambio ha sido en este último año con la aparición en nuestras calles de motos, bicis y patinetes eléctricos operados por nuevas empresas que ofertan estos servicios en la modalidad de "usar y dejar". La conjunción de sistemas de geolocalización y aplicaciones informáticas avanzadas mejora enormemente el rendimiento de estos medios de transporte.Todo ello ha conducido a que este nicho de mercado, finalmente, haya eclosionado.

Así es que, es necesario felicitarse. La cosa ha tardado un poco pero la tendencia a la movilidad sostenible y compartida es imparable. Los coches eléctricos también de "usar y dejar" ya están operativos en algunas ciudades.

Los que todavía seguimos apegados al viejo modelo del coche aparcado en nuestro garaje nos los vamos a tener que replantear. Yo, personalmente, me quedo maravillado cuando contemplo la rapidez y la elegancia con la que algunas personas se desplazan en patinete eléctrico. Todo ello sumado a la facilidad de aparcamiento del vehículo. La tentación de abonarme a este servicio es muy grande. Me parece que no voy a tardar mucho tiempo en probarlo.

1 comentario:

  1. El aire que respiramos,... ahora se dan cuenta en las instituciones de que es importante. Esa bolsa inmensa de vida, de aire, nos la estamos cargando por el empleo de gases nocivos y ahora que los científicos exponen el tema con preocupación, algunos gobernantes hacen oídos sordos y se ríen del problema,.... ¡ si le pasa algo al planeta, es igual, como yo no estaré!. Concienciación y todos en patinete y ciclin. Da gusto ver bicicletas y patines perdidos por la ciudad,... idea de modernidad.¡ Ojo con el patín que va muy deprisa !. Un abrazo José Luís.y felices fiestas.

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