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viernes, 2 de marzo de 2018

Genial Fanfare Giocarlia

Debe ser por mis experiencias pasadas en Uncastillo. Por el impacto emocional que sentí la primera vez que me ubiqué cerca de la banda de música en las fiestas del pueblo. Por aquello que tanto se repite de la impronta vivencial de la infancia. Seguro que es por eso.

Los instrumentos de metal y viento eran mis preferidos. Pero a mi me llamaba especialmente la atención la tuba. No me digáis por qué. Yo veía al músico que la tocaba como un superhéroe. Alguien que a base de un monumental esfuerzo conseguía arrancar armoniosos sonidos gracias a la vibración de sus labios. Una especie de ungido con respecto al resto de los humanos.

Cuando la banda hacía su pasacalles toda mi ilusión consistía en caminar al lado del esforzado intérprete para sentir de primera mano la cadencia de la música. Sea como fuere el caso es que el rítmico sonido del metal soplado quedó incorporado a mis registros más primigenios y nunca más se me olvidó.

Por ese motivo cuando -casualmente- descubrí en Internet la música que interpretaban los de la Fanfare Giocarlia ya nunca me he cansado de escucharlos. Calcadica a mis más prístinas experiencias infantiles. Ejecutada con pasión y con fuerza. Como a mi me gusta.

1 comentario:

  1. Breve roce encuentra uno de estos músicos rumanos por el centro de la ciudad, son grandes artistas,...El señor del acordeón con el calcetín blanco tiene una destreza que enamora, por lo demás, la tuba siempre ha sido el estandarte de las bandas, observado y curioso por su tono bajo,.. en cierta manera encandilaba, Saludos, José Luis.

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