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miércoles, 10 de julio de 2013

La casta de los conectados

Otra sorpresa que me está deparando la visita al Reino Unido es la constatatación de la presencia masiva de jóvenes conectados a sus smartphones allá por donde vas. Sobretodo en el metro y autobuses. Quien más, quien menos, imbuido en sus específicas navegaciones por la red. Cada cual con su particular "device" electrónico absorto en quién sabe qué cavilaciones.

La rapidez en el manejo de sus aparatos es alucinante. Creo que han desarrollado una especial conexión entre el cerebro y sus dedos pulgares que, con el paso del tiempo, quedará fijada como otro importante avance evolutivo. Estamos transitando con rapidez hacia otro mundo. El mundo intercomunicado permanentemente. Los lectores de papel son minoría en los trasportes públicos, excepto los que leen con desgana periódicos de reparto gratuito.

Se ha implantado de forma contundente una tupida red de envío y recepción de información. Queremos la información al instante. Esa es la buena, la que vale ahora. Pero necesitamos el equipamiento para disponer de ella y, naturalmente la conexión.

Los que saben manejarse con habilidad en las procelosas aguas informáticas nos llevan mucho terreno adelantado. Detentan el privilegio del saber buscar, de la habilidad de encontrar la oferta más ventajosa, el precio más asequible, el amigo más apropiado, la pareja ideal...

La casta de los conectados constituyen ya pléyade y asegura a las empresas operadoras de telefonía pingües beneficios. La conexión permanente a Internet es, ahora mismo, una necesidad tan básica como disponer de agua y luz. La brecha que separa a los que abonan mensualmente su conexión de los que no pueden disponer de este servicio se amplía cada vez más. Los que operan con los mejores smartphones van por delante. Siempre se ha dicho que la información es el poder. Nunca como ahora la información ha estado tan al alcance de todos.... que puedan pagar mensualmente su compañia telefónica.

Aún con todo, con el tiempo será conveniente pulir algunos inconvenentes de esta tendencia a  la hiperconexión. Los excesos nunca son buenos y muchos jóvenes corren el peligro de confundir la habilidad de encontrar información con la capacidad de adquirirla y utilizarla. Pueden creer que el mundo virtual es más real que el real. Olvidar la importancia de los registros no verbales en la comunicación. El placer de una charla tranquila y sosegada. El paseo relajado disfrutando de la naturaleza...

1 comentario:

  1. ¡¡¡ Algo de " demoníaco "deben tener esos cacharricos cuando muchisima gente está pendiente de ellos !!!. Digo yo que serán las noticias frescas, la información y las consultorías, es como llevar la espasa en el bolsillo, la prensa mundial y todo tipo de entrtenimientos, algo tiene que tener. Pero como tu bien comentas, ante ese asiduo placer, se van desvaneciendo las charlas, los paseos, la observancia, el protestar, el quejarse...., A mi me da la sensación de que este entretenimiento le va muy bien a los gobernantes. Para terminar diré, que los jóvenes de hoy son más inteligentes que los jóvenes de antes. En esto confío. Un abrazo de Javier.

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