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viernes, 24 de febrero de 2023

APU8 Proyecto de colmenas caza enjambres en la ciudad de Zaragoza.


Donde se posa la abeja, dulzura deja… Refrán popular


Favorecer la biodiversidad en las ciudades no es sólo un tema de moda últimamente. A la vista de cómo va creciendo el número de especies animales que desaparecen para siempre y de los aldabonazos de la amenaza climática; no es de extrañar que una nueva conciencia haya emergido en las urbes.

Ya hace bastantes años que nuestros antepasados comprendieron la necesidad de "suavizar" la dureza de los edificios y las construcciones en la ciudad. En su momento se apostó por la creación de pulmones verdes: parques, jardines, arriates y arbolado que proporcionaran paz y serenidad a los ciudadanos.

No se pensó en los animales urbanos. Se sobreentendía que ellos sabían buscarse la vida y  no se tomó ninguna medida especial para protegerlos.

Pero, en el caso de los insectos, una sucesión de acontecimientos pronto nos hizo ver lo equivocados que estábamos. Empezando por los insecticidas utilizados sin control, continuando con la implantación de los llamados monocultivos (alfalfa y cebada, sobretodo) y con la destrucción de la biodiversidad vegetal. El caso es que ya llevamos varios años que los especialistas nos alertan del clamoroso descenso en el número y la diversidad de los insectos.

Curiosamente una especie que pronto encontró un buen acomodo en las ciudades fue la abeja melífera. Sin embargo hasta no hace mucho tiempo la única actuación que se llevaba a cabo con ellas era, el simple y llano exterminio. Sin más.

Afortunadamente los tiempos han cambiado y ahora hay otra sensibilidad. Se asume que es deseable que haya abejas en la ciudad. Sólo en caso de peligro para la ciudadanía, la unidad de himenópteros del cuerpo de bomberos recoge respetuosamente y traslada a un lugar seguro las colonias que puedan representar algún riesgo para los ciudadanos y la Asociación Zaragozana de Apicultura Urbana colabora con ellos en este empeño.

Pero hay que avanzar y hay que mejorar los procesos. Siempre será mejor prevenir que curar.  

Desde finales de febrero hasta el mes de mayo las colmenas ponen en marcha el proceso conocido como enjambrazón.

En las ciudades el nuevo hogar elegido por las abejas puede pasar inadvertido o, por el contrario, representar un riesgo si la piquera se ubica en algún bloque de viviendas o en zonas con mucho tránsito de peatones.

Si somos capaces de limitar el número de enjambres que se asientan en lugares frecuentados por personas, contribuiremos a limitar desplazamientos e intervenciones que, por otro lado tienen un coste para el municipio.

Nosotros proponemos regular y controlar este fenómeno natural ofreciendo a las abejas un hogar apetecible en el que se puedan establecer. Para ello proponemos colocar varias cajas caza enjambre en las inmediaciones de las colonias madre.

Para que el proceso de captura sea exitoso se requieren las siguientes condiciones:

1.- Proceder de forma científica guiándonos por las investigaciones sobre captura de enjambres que autores como Thomas D. Seeley ya han llevado a cabo de forma exitosa.

2.- Evitar que la ciudadanía perciba ningún tipo de riesgo, colocando las colmenas vacías en edificios oficiales o lugares que no sean visibles.

3.-Destacar que las colmenas caza enjambre irán dotadas de micrófono o cámara accesibles en remoto para verificar diariamente si se ha introducido algún enjambre. También llevarán localizador GPS para su seguimiento en caso de robo.

4.- Progresivamente iremos equipando estas colmenas con un sistema remoto de cierre de piquera para asegurar la retirada completa de toda la población de abejas en un horario cómodo y compatible con los horarios de los lugares donde se ubiquen, consiguiendo así una mayor seguridad añadida a la existente.

5.- Inmediatamente que se constate la presencia de un enjambre, esa colmena será cerrada en horario nocturno (conforme se instalen las piqueras de accionamiento remoto) y trasladada a un lugar que respete las distancias de las colmenas a la ciudad y su supervivencia.

6.- El proyecto piloto de este año 2023 toma como referencia cinco colonias de abejas ya establecidas de las que creemos que pueden salir enjambres, ofreciéndoles, a cada una de ellas, 1 ó 2 colmenas vacías preparadas al efecto, con atractivo caza-enjambres y panales usados, en un radio adecuado desde la colonia madre.

Las ubicaciones y el seguimiento de todo el proceso se realizará de forma coordinada entre bomberos y la Asociación.

Todo el procedimiento quedará perfectamente registrado, realizándose asimismo una evaluación de los resultados obtenidos en cada campaña.

La Asociación se encargará del correcto funcionamiento de los equipos así como de la verificación diaria de la entrada de enjambres.

Con estas medidas lograremos reducir el número de colonias asentadas en lugares indeseados, protegiendo, al mismo tiempo, las colmenas ubicadas en sitios que no plantean ningún riesgo para los ciudadanos y favoreciendo, por tanto, la necesaria convivencia de insectos y humanos en la ciudad. 

¡Hasta el próximo viernes, amigos!

4 comentarios:

  1. Tenéis todo pensado y modernizado, nadie podrá decir que no tenéis el tema controlado.
    La seriedad con la que os manejáis va a sensibilizar mucho a la gente.
    Gran pedagogía José Luis, suerte.

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  2. En ello estamos. Además del servicio a los ciudadanos está el beneficio a las abejas y, por supuesto el reto de ver si somos capaces de conseguirlo.
    ¡Un saludo!

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  3. Me he quedado asombrado con ese grado de nueva tecnología con las cajas caza enjambres. Bravo enhorabuena y mucho Ánimo José Luis.

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    1. Un campo realmente interesante, Jorge. Me atrae mucho y creo que allí hay mucho recorrido para mejorar nuestras intervenciones.
      ¡Gracias por tus ánimos!
      Un saludo

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