“No es sabio el que sabe dónde está el tesoro, sino el que trabaja y lo saca.”
Francisco de Quevedo
El 6 de enero de 2019 iniciaba mi viaje alrededor del mundo con el firme propósito de visitar los 193 países que -según la ONU- conforman nuestro planeta. Un país cada semana. Ese era el lema y así comencé mi recorrido si bien enseguida me di cuenta de que en algunas naciones, necesariamente, debería quedarme algún tiempo más. En unas ocasiones se trató de su extensión, en otras de su diversidad y en muchas de ellas, simplemente el interés o la curiosidad por conocerlas más a fondo.
El caso es que, según iba avanzando en mi propósito más cosas iba aprendiendo de la experiencia y, consecuencia de ello, nuevas ideas me venían a la mente. El descubrimiento de nuevos ámbitos asociados al viaje ha sido, desde luego, un inesperado aprendizaje colateral del que nunca acabo de sorprenderme.
Así se han ido desgranando las semanas y, casi sin darme cuenta ya han pasado 2 años y 3 meses desde que empecé mi andadura ¡Hay que ver qué rápido se pasa el tiempo a estas edades!
Si me preguntaran qué país me ha gustado más no sabría muy bien qué responder. Todas las naciones tienen su encanto y cuanto más profundizas más te enganchas a sus gentes y a su territorio. Europa y América tienen mucho para ver y conocer pero, sin dudarlo, ha sido en África y en Asia donde más sorpresas me he encontrado y seguro que me seguiré encontrando.
Había pensado varios formatos para celebrar el centésimo país visitado. Y el que más me gustaba era una invitación a todos los amigos y conocidos con los que he compartido en algún momento esta aventura. La situación de la pandemia no me ha permitido materializar este propósito. Deberé postergarlo para la finalización del viaje cuando, presumiblemente, todos desarrollemos una vida más normalizada.
Sin embargo no quiero que este hito se quede sin su celebración. Como ya veía venir el panorama, preparé un plan alternativo: plantar otros 50 romeros y así llegar a la cifra mágica de 100.
Los romeros ya están preparados gracias a la generosa ayuda y a la previsión de mi buen amigo Basilio. Y los hoyos ya están dispuestos. Sólo queda esperar a confirmar que los esquejes han arraigado para proceder después a su plantación.
Nunca pensé que podría visitar nada menos que 100 países. Quedan dos celebraciones más: la de los 150 países visitados y la del final del viaje con las 193 naciones recorridas.
Mientras tanto seguro que voy a disfrutar y a sorprenderme un montón cuando me sumerja en todos y cada uno de los 93 países pendientes de recorrer.
La vida, en si misma, es un viaje y la experiencia que he emprendido viene a ser como un viaje dentro de otro viaje. Tenemos pues un viaje al cuadrado.
Como diría mi amigo Luis: "double plaisir".
Se agradece tu esfuerzo y el buen trabajo realizado.
ResponderEliminarSé, que todas las semanas, tengo que visitar un país en tu blog, y reconozco que disfruto y descubro rincones y peculiaridades de los mismos.
Nos pones toda la documentación de cada país en bandeja, y es de agradecidos reconocer tu esfuerzo.
Seguiremos en la onda.
Saludos de Javier.