"Pensando siempre en que hay que morirse
es uno capaz de todo. He aquí un secreto"
Vicki Baum
He emprendido la lectura de un segundo libro sobre abejas. Se titula "Buzz" y el autor es Thor Hanson. Muchas son las cosas que me está ayudando a descubrir y, desde luego, una de gran importancia es la necesidad de preservar la diversidad de las cerca de 20.000 especies de abejas que existen en el mundo.
Cada día me voy haciendo más consciente del increíble universo de miles de criaturas que nos acompañan en nuestro recorrido vital en este mundo. Y más sensibilizado sobre la contribución que cada uno de nosotros podemos realizar para favorecer su existencia.
Y no hablo sólo de controlar determinados hábitos erróneos que vienen de atrás como utilizar insecticidas o estigmatizar -cuando no eliminar- todo aquello que nos suene a "bicho". Hablo también de la evolución de mi conducta hacia estos animalitos. De ser más proactivo. De realizar acciones que favorezcan la diversidad y la vida.
Ya no realizo podas radicales en los setos de la parcela de Villamayor puesto que antaño no tenía en cuenta ni las fechas ni el procedimiento. Ahora favorezco el crecimiento de algas y "manto de rana" en la pequeña poza que me sirve para regar las plantas. Y sus moradores: peces, ranas y un montón de otros animalillos me lo están agradeciendo con creces. También he decidido no arar la tierra todos los años pues al realizar esta tarea me llevaba por delante toda la diversidad de plantas y pequeños arbustos adaptados desde hace milenios a los rigores climáticos zaragozanos.
No me importa que el césped no luzca el verde engañoso de los campos de golf puesto que los "bichos" detestan la uniformidad. Prefiero dejar pequeños islotes donde las plantas crezcan a su ritmo.
Por supuesto no fumigo ningún árbol frutal desde hace muchos años. Ya no me importa recoger menos fruta y que no tenga el artificial aspecto impoluto de las que venden en las estanterías de los supermercados. Como recompensa, cada año puedo contemplar extasiado el maravilloso espectáculo de cientos de avispas de todos los tamaños dándose un atracón de pulgones en los ciruelos libres de pesticidas. Los pájaros y otras aves también me lo agradecen. Con ellos comparto cada año parte de la producción. Como decía en otra entrada de este blog ¡Hay uva para todos!
De mi amigo Dave Gouldson cogí la idea de favorecer también la existencia de colonias de hormigas y pequeños reptiles. De vez en cuando entierro alguna lata de sardinas. El calor que acumula el metal es un regalo para los himenópteros. Enseguida construyen allí sus nidos de cría.
Cuanto más me adentro en la vida animal -y vegetal- más cuenta me doy de cómo son ignorados, en general, por la sociedad que hemos construido. Las ciudades se han convertido en espacios artificiosos donde ya no se contempla el cielo estrellado por las noches; no se sabe en qué fase está la luna ni por qué cada año se repite el magnífico espectáculo del vuelo disciplinado de las grullas camino a sus cuarteles de verano. No te digo ya nada de los enjambrazones con los que nos sorprenden las abejas en los meses de abril y mayo.
Muchas personas, de hecho, ya sólo se relacionan con los "bichos" a través del último juego de su Play Station o de la última novedosa serie de "Netflix". Disponemos de lo último en canción pop pero ignoramos el delicioso canto al natural de un ruiseñor.
Así que me he asignado una nueva tarea. Un nuevo cometido que me va a acompañar hasta el final de mis días: favorecer el desarrollo de la vida allá donde esta pueda asentarse.
No creo que haya otra encomienda más noble ni un designio más laudable.
Cuando abres un artículo y te encuentras con estas puntualizaciones tan bellas te das cuenta que, si se quiere, todo tiene arreglo.
ResponderEliminarClaro ,hace falta tener una sensibilidad especial, curtida por el paso de los años y por la reflexión.
El hombre ha sido un gran depredador olvidándose de los que tiene alrededor, todo está organizado así.
Un ambiente chulo y responsable con la naturaleza está construyendo usted.
Tenemos que cuidar a todos los habitantes del planeta.
Artículo para enmarcar.
Un abrazo fuerte, José Luis.
Razón llevas, y que biencontado queda para que muchos siggamos esos sabios consejos.
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