Desde que los descubrí y empecé a utilizarlos, no han dejado de prestarme excelentes servicios. Para alguien que se ha criado en el mundo de la agricultura de secano, la posibilidad de dosificar con precisión el agua y aportarla en su debido momento a las plantas, es todo un magnífico regalo.
Puedes ausentarte de casa; irte de vacaciones o quedar con los amigos... El temporizador -tu fiel servidor- cuidará de tus hijicos vegetales por tí.
La posibilidad de llevar el riego dosificado a entornos áridos es lo que más me estimula. Y que gracias al gota a gota consiga que árboles frutales prosperen en lugares inconcebibles, me llena de satisfacción. Me tengo que refrenar porque a fecha de hoy ya son 5 los programadores que trabajan para mi alimentando vidas en los lugares más insospechados.