A través del blog Encanto del Moncayo, ya estaba enterado que este domingo tenía lugar la celebración de la Jornada de puertas abiertas 22 de abril de 2012 en el Parque arqueológico primera edad del hierro en Fréscano.
Así que no ha sido necesario dedicar mucho tiempo a la preparación de la visita. En la página web del parque -de agradable diseño y bien presentada- se exponía con todo detalle el programa de la visita. Sólo me restaba enfilar la AP68 o autopista vasco-aragonesa y, en la salida 19 hacia Borja, tomar el desvío a Bisimbre.
Al llegar a Fréscano, un poco de confusión con los carteles indicadores pues uno espera que los desvíos se anuncien un poco antes para ir avisado. Enseguida se ha remediado el error y enfilado por el camino que conduce hasta el Parque.
Alcanzado el término me ha sorprendido favorablemente la previsión de los organizadores indicando los lugares más apropiados para aparcar. Al bajar del coche ya se podía respirar un ambiente festivo en los alrededores. Muchas parejas jóvenes con sus hijos pequeños se agrupaban a la entrada del parque a la espera de que -sobre las 10:00- se abriera la puerta.
Una vez franqueada la puerta, nos hemos dirigido a la cabaña reconstruida de la Edad del Hierro I y, en sus alrededores, se ha ido aglutinando la gente, animados todos por un grupo de dulzaineros y gaiteros que alegraban con sus sones la nublada mañana.
Después de atender a las explicaciones en el interior de la cabaña y observar cómo un herrero moldeaba una ardiente varilla de hierro, hemos seguido las indicaciones del guía y enfilado el camino para subir la cima del cabezo de Burrén.
Lo más sobresaliente del ascenso hasta el mirador ha sido el paso por el interior de un pequeño túnel para la conducción de aguas que fue construído bajo las indicaciones del arquitecto Aureliano Armingol. El agua era tomada del Canal de Lodosa y elevada hasta la cota correspondiente para, posteriormente utilizarla como agua de riego.
Una vez alcanzada la cima del cabezo, mi sorpresa ha sido mayúscula pues donde yo creía que iba a contemplar los restos de un poblado celta, me he topado con un bloque y una pequeña columna de hormigón o punto geodésico que, a mi entender, afeaba notablemente el mirador.
Tras una breve explicación de Carlos (guía y presidente de la Asociación) hemos iniciado el descenso para continuar con el programa previsto.
Todavía me ha quedado tiempo para visitar la reconstrucción de una necrópolis y atender a las explicaciones sobre los ritos funerarios de nuestros antepasados. También me he detenido, por un momento, en la Exhibición de cetrería en la zona del Mercado.
Sobre las 12:15 dejaba el parque y volvía de nuevo a Zaragoza.
Resumiendo la visita, diré que me ha parecido ejemplar la colaboración de un importante número de vecinos de Fréscano en la organización y desarrollo del evento. Decir también que el parque está muy bien cuidado y los rótulos e indicaciones muy bien conservados.
Me hubiera gustado contemplar restos originales de la Edad del Hierro I y recibir explicaciones bien documentadas sobre los mismos. Es probable que esta actividad se pueda realizar en otro momento ya que ahora parece que las actividades en el parque están más enfocadas hacia los niños.
Con todo hay que valorar muy favorablemente el empeño y el esfuerzo que realizan los miembros de la Asociación al organizar estas jornadas de puertas abiertas y acercar a todo el mundo los usos y costumbres de una cultura que data de hace casi tres mil años.