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viernes, 24 de febrero de 2017

Cuestión de distancias


El descubrimiento hace unos pocos días de un sistema solar situado a unos 39 años luz de la tierra (Trappist 1) formado por 7 planetas de tamaño parecido al nuestro y además ubicados algunos de ellos en lo que se viene denominando zona "ricitos de oro", es decir, con posibilidad de agua en estado líquido en su superficie, ha vuelto a poner sobre el tapete la cuestión de la existencia o no de vida en otros planetas.


Este hecho no hace sino reafirmar las posibilidades de que la vida se extienda a lo largo y ancho del universo y, por consiguiente incrementa la opción de que en muchos de esos planetas exista, además, vida inteligente.

Ahora el núcleo del debate se traslada a cómo entrar en contacto con algunas de esas civilizaciones puesto que cuando hablamos de universo, las distancias son apabullantes.

De momento, la vía más rápida para enviar mensajes es la de las ondas de radio y televisión que viajan a la velocidad de la luz. Así pues, en el supuesto de que en Trappist 1 existiera alguna civilización avanzada y hubiera captado alguna de las primeras emisiones de radio (las primeras emisiones comenzaron en el años 1920), ya habrían tenido tiempo de mandarnos alguna señal en los 97 años que han trascurrido en total, cosa que, hasta ahora, no ha ocurrido.

Sin embargo, cuando nos referimos al universo, la escala humana palidece. Incluso asumiendo que nuestra burbuja de emisiones radiofónicas se extienda hasta los 200 años luz, esa distancia es insignificante comparándola con los 100.000 años luz de diámetro aproximado de nuestra galaxia. Por no hablar de los 2,5 millones de años luz que nos separan de nuestra galaxia más próxima (Andrómeda)

Así que todo es cuestión de distancias y de velocidad. Como por el momento no se ha observado ni creado nada que viaje a mayor velocidad que los fotones y las ondas de radio, las posibilidades de establecer contacto a corto plazo con otras civilizaciones alienígenas se estrecha cada vez más.

No pasa nada. Todavía nos queda mucho por indagar. Afortunadamente podemos captar el espectro luminoso de millones de estrellas y, con el paso del tiempo también sabremos más sobre la atmósfera de sus planetas. Así que todavía nos quedan muchas cosas por descubrir ¡¡El tema de la búsqueda de vida extraterrestre cada vez se está poniendo más sabrosón!! 

1 comentario:

  1. Estaba esperando tu artículo sobre el tema.Tu afición por estudiar el firmamento se ha visto premiada con esta noticia. Reconozco que este descubrimiento nos va a apasionar.Gracias por tu oportuna explicación, José Luis, disfruta. Un abrazo de Javier.

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