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lunes, 21 de noviembre de 2011

7 razones para ver las 7 salas de la exposición human bodies

La curiosidad es el germen, la semilla, de iniciativas y empeños que bien cultivados y gestionados pueden derivar en apasionantes aventuras.

Y la curiosidad me ha llevado a visitar la exposición "Human bodies" puesto que nunca había tenido ocasión de contemplar desde un primer plano la complejidad y el preciso diseño de nuestro cuerpo, del cuerpo humano.

Así es que tal como estaba planificado, a las 12:20 ya me encontraba en la entrada del recinto en el que se exhiben las "piezas" y todavía solicité a una joven pareja que me tomara una foto, certificando y dando fe de mi presencia en la muestra.

No sé bien qué me ha sorprendido más: si la maravillosa técnica con la que se consigue un efecto de momificación de los cuerpos y órganos o el propio contenido de la muestra que tampoco tiene desperdicio.

El caso es que nada más abonar la entrada, una señorita me ha entregado la audioguía y, enseguida me he puesto el collarín y le he dado al "start" para iniciar la visita guiada.

El aparato es de fácil manejo y enseguida aprendí los rudimentos para realizar un recorrido ordenado por las salas. En total son siete salas y las vitrinas que muestran cuerpos y órganos también están numeradas.
Pregunté si se podían tomar fotos y me dijeron que no. Sin embargo, al ver a otras personas tomando instantáneas sin el flash, no pude sustraerme a la tentación de tomar dos o tres puesto que, al fin y al cabo también van a emplearse con buen fin.

Comenzamos por el misterio de la vida, la concepción y el desarrollo de la mórula, del embrión (hasta la novena semana) y el feto. Me resultó asombroso ver el minúsculo tamaño de los que se mostraban en esta primera sala y también que, a pesar de ser tan pequeños ya poseían rasgos claramente humanos.

Pasamos, posteriormente a la sala que mostraba el sistema óseo con distintas presentaciones de esqueletos humanos y huesos seccionados y mostrados sabiamente. También se mostraba el esqueleto de un oso con la finalidad didáctica de compararlo con el hombre.

A continuación músculos, nervios y articulaciones y aquí ya se mostraban cuerpos enteros plastinados en posiciones más o menos "naturales". Al ver el aspecto humano que todavía conservan no puede menos que pensar cuál habría sido el devenir de esas personas y cómo el destino les había conducido a ser mostrados de ciudad en ciudad una vez privados del hálito de la vida.

Luego vino una sala dedicada al sistema nervioso, con especial énfasis en el cerebro. Se mostraban cráneos seccionados y también distintas preparaciones del encéfalo para que pudieran apreciarse mejor las distintas porciones de este maravilloso órgano regidor de nuestra conciencia. Por contraste, el cerebro de un caballo, se mostraba como el mejor indicador de la importancia que la evolución había concedido al bulbo raquídeo de estos asustadizos animales.

Yo iba siguiendo la pauta que me marcaba la audioguía y debo decir que es un estupendo recurso porque además de la agradable voz del locutor, las explicaciones estaban muy ajustadas en profundidad y también en tiempo a las necesidades de los visitantes de la muestra.

Continuamos con el sistema respiratorio y la colección de pulmones y cavidades torácicas. Aquí el señor de la audioguía se explayó un poco más ya que la vitrina correspondiente a los pulmones de un fumador se constituyó en argumento definitivo para aconsejar a los oyentes la necesidad y conveniencia de dejar de fumar, en caso de ser fumador.

Pasamos luego al sistema digestivo. Me llamó la atención el aparato digestivo de una cabra también plastinado y las curiosas diferencias con los órganos humanos. 
Luego vino el aparato circulatorio con varios corazones seccionados y muestras muy interesantes de todo el sistema de venas y arterias de nuestro cuerpo.

Finalizaba la muestra con los aparatos excretor y reproductor y ya la aterciopelada voz del locutor me empezaba a resultar un poco cansina. No obstante, creí conveniente acabar lo empezado y aguanté hasta que se terminaron las explicaciones.
Un niño que ya se había cansado en la sala 2 estaba, en ese momento, reptando por el suelo y otros varios también mostraban su impaciencia a las jóvenes madres que yo creo se habían precipitado al llevar a sus retoños tan pequeños a una exposición de esa envergadura.

Me zafé como pude del niño reptante y muy dignamente me quité los cascos y la audioguía para entregarla a la salida.

Salí de la exposición con una mezcla de emociones: por una parte satisfecho por haber cumplido con mi deber mañanero, por otra un poco cansado puesto que llevaba un hora y media en el recinto y también gratamente sorprendido por lo bien presentada y organizada que estaba la muestra.

Desde estas líneas recomiendo vivamente la visita a la exposición. Pocas ocasiones tenemos de ver tan de cerca sómo somos internamente y qué maravilloso es el funcionamiento de la maquinaria corporal que nos mueve, nos hace pensar, sentir, tener conciencia de nosotros mismos... 

2 comentarios:

  1. Los laboratorios, la alquimia, los Miguel Servet de turno, siempre han buscado el entender el funcionamiento del cuerpo humano, y por ende, las de las demás especies vitales. El problema es entender que es lo que da vida a tanta perfección, todo pensado y perfecto,...el pez cazador, el pájaro bailarín,,...millones de situaciones y todas interpretadas por la evolución, sin ningún fallo de cálculo, ¡¡¡Impresionante !!!,.El cuerpo humano, lo mismo,y este fin de semana has visto el serial completo de la maquinaria humana,expuesta en una realidad científica cercana, esto es lo que somos,..hasta aquí llega, hoy , la investigación sobre el ser humano.Cosas interesantes que uno puede encontrar en la gran ciudad.Un abrazo de Javier.

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