Para el próximo fin de semana, proponemos asistir a la obra de teatro "la ventana de Chygrinskiy" que se representa en el teatro "La Estación".
La cita es el sábado día 5 de noviembre a las 20:30 horas en el propio teatro.
Más información en este enlace.
Translate
domingo, 30 de octubre de 2011
domingo, 23 de octubre de 2011
Mal tiempo para la seta
La sequía que venimos padeciendo desde finales de julio, ha afectado notablemente al ámbito micológico. Las setas y los hongos requieren humedad y el campo está seco, muy seco.
En esta ocasión, seis valientes nos hemos lanzado a la aventura y, haciendo caso omiso de los malos augurios, decidimos, cesta en mano, probar suerte por las laderas de Agromonte.
La madrugada no nos sentó bien a ninguno de los participantes. Salir a las siete de la mañana implica levantarte, como tarde a las 6:15. Una hora intempestiva para ser sábado. Todavía es de noche a esas horas.
De nuevo hemos sido poco respetuosos con el medio ambiente: por unas cosas u otras hemos debido emplear tres vehículos para desplazarnos hasta San Martín de Moncayo. Esta incidencia me ha obligado a pactar conmigo mismo que durante toda la semana laboral no utilizaré el coche para compensar el daño realizado.
En el Toyota íbamos RM y yo. Hicimos una intentona de parar a tomar un café en El Portal del Moncayo pero a las 8 todavía permanece cerrado, por lo que nos apuntamos a otro restaurante-bar que está ya cerca de Borja y que dice abrir las 24 horas. Allí nos templamos un poco con un café con leche y algo de bollería.
Reanudamos el viaje y, enseguida nos plantamos en el desvío hacia Vera de Moncayo. Con anterioridad habíamos pasado por las poblaciones de Borja, Maleján y Bulbuente.
En Vera de Moncayo no vimos indicación alguna hacia San Martín y continuamos en línea recta hacia el Monasterio de Veruela. Enseguida vimos que habíamos errado en la elección y tuvimos que dar media vuelta, preguntar y tomar el desvío adecuado.
Sobre las 8:57 llegamos al lugar de encuentro y ya se observaba un nutrido grupo de aficionados provistos de sus cestas, esperando que nos convocaran para planear la jornada.
Las indicaciones fueron escuetas y la planificación elemental: nos dividiríamos en tres subgrupos y cada uno de ellos -dirigido por un experto micólogo- rebuscaría por un paraje diferente.
Nosotros nos adscribimos al grupo de Agramonte. Llegamos al centro de interpretación y, enseguida nos tiramos al monte ávidos de descubrir algún "cado" repleto de rebollones.
Pero la realidad es contumaz: subimos y bajamos, mirábamos al suelo con determinación y, de vez en cuando incluso movíamos la hojarasca con algún palo.... ¡nada de nada! Volvíamos a subir, a encontrarnos con otros miembros del grupo, a señalar posibles zonas promisorias de abundantes especies micológicas... ¡de nuevo nada! Íbamos, veníamos y tornábamos para volver de nuevo a la situación anterior de no ver ¡absolutamente nada!
Como las instrucciones eran que cogiéramos todo lo que viéramos, yo, para no volver con la cesta vacía cogí un ejemplar medio petrificado que había crecido en un tronco. También eché al receptáculo una seta roja de muy mal aspecto que debió crecer allí por despiste. Nada que ver con otras ocasiones en las que la abundancia de níscalos, setas de cardo, champiñones, etc era destacable.
Sobre las 11 volvimos a reencontrarnos todos los miembros del grupo. Ante la rala recolección, todos nos quedamos un poco perplejos pues no había mucho que comentar. Un dirigente sugirió seguir rebuscando por otros parajes puesto que, a su entender, todavía había esperanzas de encontrar setas. El grupo recibió estas palabras con incredulidad y el subgrupo de 6 personas entre los que me contaba decidimos en rápida consulta no continuar con la infructuosa recolección e irnos a Santa Cruz de Moncayo a ver la feria de artesanía. A su vez el minigrupo se volvió a fragmentar cuando Antonio y Ricardo anunciaron su intención de tirarse al monte pero para caminar un rato a buen paso.
Así es que sobre las 12:00 de la mañana aparecimos en Santa Cruz donde ya se estaban preparando los puestos y talleres de divulgación y práctica cerámica. Enseguida nos encontramos con Juan y Ángeles Casas que también participaban en el evento y, en armoniosa camaradería, nos dirigimos a un bar a tomar un vermut. Después del refrigerio nos dimos una vuelta por el pueblo y, posteriormente acudimos al pabellón en el que se realizaban las actividades cerámicas. Allí todo fue hablar con uno y con otro y reencontranos con viejos conocidos que, a su vez, también estaban disfrutando de lo lindo de la soleada mañana.
Un grupo de dulzaineros acompañados por tambor y gaita iban amenizando el evento y a mí que tanto me llama la atención la música enseguida me dio la vena de grabar su actuación.
Finalizada la visita regresamos de vuelta a San Martín a comer. Habíamos reservado en el Hotel Gomar y la refección se componía de varios platos, a elegir, todos ellos con setas u hongos en su composición.
Nos decidimos por la ensalada con hongos y queso de cabra, el revuelto de setas del Moncayo y el entrecot con salsa de setas. Otros comensales del grupo optaron por el ciervo, el jabalí escabechado o la lubina. El tinto de Ainzón, recio pero atemperado y con genio facilitaba el paso de las viandas. El cierre del yantar consistió en cuajada con mermelada de setas y café.
Una animada sobremesa facilitó -al menos en parte- la digestión. Eran ya las 16:30 y decidimos esperar hasta las 17:00 que era cuando estaba prevista la exposición de setas recogidas.
No pudimos esperar a que se organizara la susodicha exposición porque a las 17:15 todavía no había nada preparado y ya se nos hacía un poco tarde. Así que cogimos el montante y enfilamos rumbo a Zaragoza. Cuando arribamos a la ciudad todavía nos quedó tiempo para departir enfáticamente sobre lo divino y lo humano y para echarle un vistazo a la organización de archivos y carpetas en el ordenador.
Enseguida se hizo de noche y el sueño no aparecía. El café con leche y el café solo todavía seguían influyendo en el SNC. La cafeína tardó en diluirse porque era ya la 1 de la madrugada y aún no me habían entrado las ganas de dormir. Aproveché para leer un rato el libro sobre procrastinación y me conjuré a terminar el opúsculo pues me pareció de sumo interés.
domingo, 16 de octubre de 2011
Jornadas micológicas en San Martín de Moncayo
Repetimos este año la experiencia del pasado y cambiamos de emplazamiento: de las Cinco Villas nos pasamos a la comarca de Tarazona y el Moncayo, con la finalidad de disfrutar en San Martín de una amena jornada micológica: recogida y posterior clasificación de setas del lugar.
En esta ocasión, la salida la realizaremos el sábado día 22 de octubre, a las 7 de la mañana, como siempre, desde la Plaza de la Albada. En este enlace podéis ver el programa previsto con las actividades a realizar.
domingo, 9 de octubre de 2011
Triple disfrute
Siempre me cuesta arrancar, pero en cuanto inicio el camino, nunca me arrepiento de mi decisión de salir a la búsqueda de nuevas sensaciones, de nuevos horizontes y desde luego, la salida a la Foz de Salinas ha cubierto de sobras todas mis expectativas.
He partido con media hora de retraso para las previsiones iniciales y eso me ha obligado a acelerar un poco el paso con el fin de no llegar tarde a mi cita. Una fugaz parada en la gasolinera de Villanueva de Gállego para repostar y un desvío incorrecto para buscar Ayerbe han retrasado un poco más mis planes. Aún así llegaba a Villalangua con diez minutos de antelación que, sumados a otros siete de deferencia hacia los posibles retrasados, me han proporcionado un respiro de 17 minutos que he aprovechado para tomar en "La posada de Villarlangua" un café con leche y un croissant, además de pasar por el baño.
Enseguida un bullicioso grupo compuesto por 13 niños y 18 adultos, iniciábamos a las órdenes del guía Pablo Vallés (huescanaturaleza.com y molinodeyeste.com) el suave ascenso hacia la Foz deteniéndonos -cuando las circunstancias lo requerían- para escuchar las interesantísimas, didácticas y divertidas explicaciones de Pablo.
Titulaba esta entrada "Triple disfrute" y, hay que reseñar, que el primero de ellos ha sido el excelente desempeño del profesional que ha dirigido la salida. Conocedor, en profundidad del terreno que pisábamos, ha detallado con gran acierto tanto las peculiaridades de la flora y fauna locales como la orografía, estratigrafía y tectónica de placas presentes a lo largo del recorrido. También ha realizado incursiones etnográficas y sociológicas, tocando todos los palos del recital didáctico que nos ha ofrecido.
Sus explicaciones, ajustadas al auditorio al que iba dirigido, han incluido el rol playing y las representaciones con los más pequeños y el lenguaje más técnico y documentado para la concurrencia adulta para jolgorio y difrute de todo el grupo. Ha manejado con destreza el "tempo" de la excursión, combinando muy acertadamente las disertaciones con los descansos. Durante toda la salida en el grupo se ha mantenido un grato ambiente de camaradería y buen humor, propiciando la sensación de haber acertado de lleno al elegir esta ruta.
El segundo disfrute ha sido el paisaje. El pueblecito de Villarlangua está bordeado por el río Asabón y sus límpidas aguas constituyen un grato preludio de lo que viene a continuación: el trazado del ancestral camino que, desde siempre, ha unido el Viejo Salinas con esta población.
Los buitres han estado presentes desde el inicio de la marcha. Aprovechando las térmicas matutinas iban describiendo círculos en el aire, ajenos a nuestra presencia. Los más tardones nos contemplaban desde lo alto de los riscos con un talante mezcla de curiosidad, respeto y expectación. Una exhuberante y variada vegetación en la que no faltaban los robles, los "artos", acebos y majuelos nos ha proporcionado una buena sombra en una mañana que, enseguida, se ha ido calentando.
A pesar de la sequía el agua nos ha acompañado durante una gran parte del trayecto. Todavía se deslizaba grácil por algunas escorrentías y aliviaderos y aún se mostraba majestuosa en una cascada que también hemos visitado. Casi sin darnos cuenta, entre las vistas y las explicaciones, nos hemos presentado en el pueblo abandonado de Salinas (viejo). Al ver la torre de la iglesia desprovista de sus campanas y la ajada entrada al templo parcialmente cubierta de vegetación, he vuelto a constatar mi atracción por los edificios viejos y abandonados. Con solemne respeto he tomado varias fotos tanto a la torre como al desvencijado interior gótico de la iglesia.
Mientras, en el exterior, seguían las explicaciones y se incrementaba el bullicio de los jóvenes participantes. El guía ha decretado el momento de acometer el bocadillo y su orden ha sido acatada sin problema alguno pues la mayoría mostrábamos claros signos de apetito montañero.
La contemplación de los restos del próstilo me ha traído a la mente las crónicas alpartireñas de mi amigo Javier. Aprovechando la altitud y una buena señal de cobertura telefónica, me he puesto en contacto con él para compartir el disfrute de esos buenos momentos.
Entre unas cosas y otras, se ha hecho la hora de volver. Me he despedido mentalmente del viejo pueblo al tiempo que volvía a cargar a mis espaldas mi ligera mochila. Rápidamente se ha iniciado el descenso serpenteando todo el grupo por el camino.
Como suele ser habitual, el retorno se me ha hecho más corto. Las explicaciones de Pablo también han quedado más acotadas ajustándose hábilmente a la mermada capacidad de atención de los infantes. Los padres y madres han aprovechado el regreso para tomar a sus anchas fotografías a sus retoños.
A pesar de llevar 4 horas de recorrido, hemos arribado a Villalangua sin manifestar signo alguno de cansancio. En mi caso, casi era al contrario: me sentía con las pilas cargadas.
Después de las despedidas de rigor y la cumplimentación de un cuestionario de valoración de la salida -en el que yo he otorgado la máxima nota- me he encaminado hacia el Yaris para iniciar el viaje de vuelta.
Aún he parado un momento en el embalse de Santa María y La Peña y cerca de los mallos de Riglos para tomar unas fotos. Enseguida he llegado a Ayerbe y, también en un momento, me encontraba en la autovía de Huesca.
Allí ha dado comienzo el tercer acto de disfrute de la jornada: una entrevista en radio nacional con María Lavalle (no la conocía de nada) me ha servido para compartir y contrastar las vivencias y experiencias de la hija de un diplomático argentino que vivió en varios países europeos, aprendió a hablar francés, portugués e inglés (además del español) y guiándose de su intuición desechó otros posibles destinos para dedicarse a la canción. Su pasión por la vida, su optimismo desbordante y la dulzura que transmitía en la entrevista me ha embriagado. De no conocerla de nada he pasado a ser un admirador más. Me he prometido que consultaría en Internet su carrera con más precisión y así lo he hecho nada más volver a casa.
Sobre las 15:45 llegaba a mi casa. Quizás parezca reiterativo en los finales de mis crónicas pero debo decir, una vez más, que he vuelto con energía para toda la semana. Decididamente cuanto más lugares desconocidos visito más se incrementa mi deseo de continuar mi periplo aragonés.
domingo, 2 de octubre de 2011
Foz de Salinas
Repetimos por tercera vez la salida con el programa de la Comarca de la Hoya de Huesca.
Las dos salidas anteriores fueron muy entretenidas y es de esperar que ésta también sea de nuestro agrado.
Partiremos de la plaza de La Albada a las 7:45 con el fin de llegar con tranquilidad al punto de encuentro. Os animamos a todos los interesados a pasar una estupenda jornada.
Las dos salidas anteriores fueron muy entretenidas y es de esperar que ésta también sea de nuestro agrado.
Partiremos de la plaza de La Albada a las 7:45 con el fin de llegar con tranquilidad al punto de encuentro. Os animamos a todos los interesados a pasar una estupenda jornada.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)