La cultura del bar está bien asentada, muy establecida en nuestro país. Muchos negocios, muchas resoluciones de asuntos de todo tipo han tenido lugar en la barra de un bar. Y la inercia, la tradición ha llevado también a muchas personas a pensar en un bar como negocio, como medio de vida.
Pero, amigo mío, las costumbres sociales cambian, la sociedad evoluciona y los vaivenes económicos condicionan también la afluencia de parroquianos a bares y cafeterías. Los bares de "sólo bebida" han tenido que readaptarse y ofrecer también buenas tapas u otras exquisiteces para poder sobrevivir.
Y el bar normalico del barrio, el que no despunta ni destaca por nada especial, lamentablemente está condenado a desaparecer. Así lo atestiguan multitud de carteles. Dejando constancia de que un bar ya no es lo que era. Que los usos sociales están cambiando. Que a la gente le gusta también relacionarse en otros entornos.
En este ámbito está teniendo lugar una selección natural. Sólo sobrevivirán los más fuertes, los más inteligentes.
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