Ya he reiterado en numerosas ocasiones en este blog la importancia que le concedo a la constancia, a la fuerza de voluntad. Y también he comprobado que cualquier novedad puede tronchar un brillante historial de jornadas de escritura continuada. Algo así ha ocurrido estos últimos días con las entradas del blog. En el momento que uno se sale de "la rutinica" se empiezan a acumular sesiones sin escribir "post" alguno.
Retomar el cabo del ovillo requiere echarle imaginación y bucear en ideas y experiencias que puedan ser de aplicación literaria. En ello andamos.
No me malinterpretéis. Cuando hablo de rutina no quiero decir que sea conveniente llevar una vida rutinaria. Me refiero a que toda disciplina, para perfeccionarla, requiere tesón y empeño. Eso quería decir.
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