En otra entrada de este mismo blog hablaba de los secadores de manos de Reino Unido. Diversos, variados y todos cumpliendo excelentemente su cometido. Por contra, en nuestro país, lo habitual es que los secadores por aire o bien no funcionen o su potencia sea tan baja que no sirvan para cumplir con eficacia la misión de secar las manos con rapidez.
Hace poco me ocurrió por enésima vez. Secarme las manos se convirtió en toda una aventura con el vetusto aparato que allí se había colocado.
Creo que debería adoptarse como un indicador más de desarrollo de una nación la eficacia de sus aparatos secadores de manos.
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