Ahí van las grandes empresas invirtiendo enormes cantidades de dinero para vender sus productos o sus servicios. No reparan en gastos. Creen que la insistencia machacona en las bondades de su marca acabará convenciendo a los consumidores de que lo suyo es la mejor opción. Y parece mentira que ya se haya constatado una y otra vez la inutilidad de la publicidad de este jaez. Pero ellos siguen allí, erre que erre creyendo que los consumidores todavía nos seguimos chupando el dedo.
Se lo digo bien alto y claro: la mejor publicidad es la honradez, aderezada con sinceridad y una atención personal exquisita hacia los clientes. Que se enteren de que:
- Los contestadores telefónicos tipo máquina SON UN ERROR
- Las contestaciones airadas y desconsideradas SON OTRO ERROR
- Las ofertas y contratos tramposos OTRO ERROR MÁS
Me llega el otro día una carta de Endesa en la que pretendían informarme de las bondades de volver de nuevo al redil de los enganchados a su red eléctrica y, de paso machacados por su pésimo servicio. Me dio tal ataque de risa que tuve que ir al baño.
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