Fijaos en esta foto alertando del control de la velocidad por radar a la entrada a una población ¿No veis algo raro? Efectivamente, allí donde debería estar el sofisticado aparatejo medidor de la velocidad sólo se aprecian ¡dos cables sueltos!
Podríamos decir que esta es -desgraciadamente en muchas ocasiones- la "marca España": radares que no funcionan, señales de tráfico que no se respetan, socavones que se eternizan, basura que no se recoge...
El hecho de que el radar lleve así años nos debería alertar de la indiferencia de muchos gestores y de una parte de la población ante situaciones que reclaman una urgente intervención. Y del peligro de abandonarse a la indolencia y la dejadez. Como diría un castizo: ¡No tenemos remedio!
Pero sí que lo tenemos. Intuyo que muchas de estas situaciones no tendrán cabida cuando vayan tomando el relevo las nuevas generaciones. Gente preparada y con formación. Que viaja y ha visto mundo. Que tienen elementos de contraste. Ellos seguro que son más sensibles a cualquier forma de abandono, de rutina, de despreocupación. Urge acelerar el relevo.
NUNCA FUE UN RADAR.
ResponderEliminarEstimado amigo, ese aparato tan sofisticado situado sobre la señal de tráfico, nunca fue un radar. Los aparatejos para medir la velocidad son extremadamente caros y allí nunca se colocó ninguno. De hecho los indicados en nuestras carreteras como radares fijos, son en ocasiones únicamente cajas vacias. En ese caso, ni tan siquiera eso. Cuando lo instalaron era únicamente una señal luminosa intermitente, que avisaba para que redujeras la velocidad. El Ayuntamiento de la localidad lo instaló como medida informativa, no disuasoria. El Alcalde de la Villa comentó la posibilidad de instalar un radar móvil, a lo que el responsable de la benemérita con buen juicio respondió: "como pongamos un radar móvil una vez, lo acabaremos poniendo muchas... y tu alcaldato será más breve". Como todo en esta vida, es mejor usar el sentido común tanto los conductores como la administración.
Un saludo.
Muchas gracias por tu comentario. Y también por la aclaración. No hay nada como comentar las cosas para tener una perspectiva más nítida de los hechos. Un saludo. JL Pueyo
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