Hoy he tenido que realizar varias gestiones en distintas entidades bancarias y la constante en todas ellas es el rato que he tenido que esperar en la cola hasta que me ha tocado mi turno.
Ya hace algún tiempo que vengo observando una lentitud desesperante a la hora de realizar una trasferencia o, simplemente, sacar dinero en caja. Como también he comprobado la ralentización de muchos cajeros automáticos o la implantación de rígidos horarios para, por ejemplo, ingresar dinero en metálico en una cuenta.
Me temo que esta situación no es circunstancial. Y hasta me imagino a los jefazos planificando actuaciones para que los clientes se vayan "serenando" en la cola. Después del bochornoso espectáculo al que hemos asistido estos últimos años y de la constancia de abusos de todo tipo que han cometido los bancos, era de esperar que ellos pasaran al contraataque.
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