Estoy intentando montar un sistema de riego de los árboles de la parcela de Villamayor y allí el agua discurre por acequias. No hay presión. El tema es que si se riega "a manta", como siempre, comienzan a crecer hierbas por doquier. La clave está en regar de forma localizada el área que rodea el pie del árbol. Y mucho mejor con presión. La tarea se realiza con más rapidez cuanto mayor volumen de agua salga por la correspondiente tubería.
De lo que se deduce otro aserto no menos importante: la enorme ventaja de la conducción del agua a través de tubos de polietileno para dirigirla hacia donde nos convenga.
Esta doble combinación: agua entubada y presión favorece enormemente el desarrollo de sofisticados sistemas de riego que, además ahorran agua por un tubo (nunca mejor dicho).
Sí, amigos, perogrulladas. No me importa reconocerlo. La enseñanza de hoy es que la mejor manera de reflexionar sobre algo es vivenciarlo.
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