Siempre me estremezco cuando, en la televisión, ponen algún reportaje sobre la vida salvaje. Lo que ocurre en la selva o en la sabana se puede resumir en pocas palabras: la lucha por la supervivencia.

O allí tenemos a las hienas acosando hasta su desfallecimiento a la cría de un antílope para, posteriormente deshacerlo a mordiscos. Los cocodrilos, los tigres, las cobras... Tampoco se quedan atrás.

Y luego estaría el tema de las guerras, los malos tratos, las torturas...
Entendedme. No quiero parecer un misicas. Y asumo que todos los días nos llevamos a la boca pedazos de animales a los que -sin miramiento alguno- les hemos arrebatado la vida.
Por eso creo que los humanos no somos en ese aspecto especiales. Seguimos a pie juntillas la ley de la naturaleza. No, no somos mejores que ellos.
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