La reciente entrada de mi amigo Javier Cay en su blog "Tendría que ser así" me ha dado pie para reflexionar sobre la importancia de los valores personales y sociales y su evolución y cambio a lo largo de los años.
Efectivamente. Un básico ejercicio de introspección ya pone al descubierto cómo yo mismo he ido cambiando mi forma de ver el mundo a lo largo de mi trayectoria personal.
Tomemos el ejemplo de la caza. De niño me regalaron una escopeta de perdigón y no había bicho viviente que escapara a mis disparos. Lo que en aquella época se valoraba era -precisamente- la puntería y la agilidad para cobrar piezas. Ahora es precisamente lo contrario. Me estremece ver cómo se abate gratuitamente cualquier animal salvaje. Muy al contrario, procuro subvenir a sus necesidades siempre que puedo porque considero que hay que cuidarlos y protegerlos.
La religión. Fue la base de nuestra educación en la niñez. Sin embargo al ir ampliando conocimientos y disponer de otras perspectivas, el pensamiento científico es el que poco a poco se ha ido consolidando en mi forma de ser.
La relación con el sexo femenino. No tiene nada que ver cómo nos relacionábamos en la adolescencia con las chicas y cómo se contempla ahora esa relación. Máxime en mi caso que me he movido en el mundo de la educación donde las féminas son mayoría.
Los objetivos y las metas en la vida. Un esfuerzo continuado a lo largo de la vida para conseguir una situación económica solvente donde se arrinconaban -por necesidad- otros ámbitos básicos para el desarrollo personal como la música, la literatura, la poesía o, en general, la sensibilidad hacia el mundo del arte. Ahora todo ello me interesa sobremanera.
Los valores que antaño guiaban mi conducta han ido, poco a poco cambiando y perfilándose de otra manera. El paso del tiempo, la evolución de la sociedad y del mundo en general y la introyección de nuevos valores han dado lugar a un posicionamiento que en ocasiones es radicalmente opuesto a épocas pasadas.
¿Debería pedirles perdón a todas las perdices, conejos o pajarillos cuya vida cercené? Eran otros tiempos. Primaban otras intenciones y otros intereses.
Por eso digo que juzgar con criterios actuales nuestra conducta pasada puede resultar equívoco.
Perfectas reflexiones en este cruce de caminos.
ResponderEliminarCon el paso del tiempo analizar los porqués se cómo se actuó así, tiene cierta complicación.
Había otros intereses y necesidades.
Lo bueno es corregir lo que se hizo mal.
Hoy no se actuaría así.
Reflexiones sabias las que has planteado con esta temática.
Un abrazo José Luis.
Muy correcto y objetivo tu artículo José Luis.La historia hay que analizarla con los ojos del momento en que sucedieron los hechos históricos.
ResponderEliminarNo podemos pretender que una mujer en la edad media pariera con anestesia epidural ,sencillamente porque en aquella época,este procedimiento no existía.
Cada momento de la historia es diferente.Hay una evolución constante.Un abrazo, José Luis.
Muy correcto y objetivo tu artículo José Luis.La historia hay que analizarla con los ojos del momento en que sucedieron los hechos históricos.
ResponderEliminarNo podemos pretender que una mujer en la edad media pariera con anestesia epidural ,sencillamente porque en aquella época,este procedimiento no existía.
Cada momento de la historia es diferente.Hay una evolución constante.
En la época romana ,por ejemplo,había que optar (si se podía)entre ser esclavista o esclavo.No había otra.Un abrazo ,José luis.