No se comprende el abandono y la desidia con la que la ciudad entera de Zaragoza se desentiende del pobre Gállego. Son ya muchos años de vivir de espaldas al río. De ignorar la fetidez de sus orillas, el color marrón-preocupante de sus aguas, la ausencia de vida...
Tampoco se entiende que con la vasta legislación europea sobre el tema se pueda mantener un río muerto en nuestra ciudad, en nuestro país...
La larga tradición nacional de descuidar los entornos naturales alcanza su máximo umbral en el caso del río Gállego. Hoy es un buen día para recordarlo. Volveré a hablar de la situación, si Dios quiere, el día 3 de enero de 2017. Veremos lo que habrá dado de si el año 2016 en este ámbito ¿Alguien cree que habrá cambios?
El pobre río llega agonizante a su desembocadura en el Ebro |
Sólo una contundente actuación reparadora podría salvarlo |
Ni rastro de vida en sus orillas. Las aguas negruzcas lo dicen todo |
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