En general, las labores agrícolas marcan el devenir de las estaciones. Y en el campo de la apicultura es por estas fechas cuando, desde tiempo inmemorial se procede a la recogida de la miel.
Por eso me ha encantado la experiencia de repetir de nuevo este ritual y proceder a la extracción de los panales que pudieran considerarse "sobrantes" de mis colmenas. El año no ha sido muy bueno, los intensos calores veraniegos y las lluvias a destiempo (aunque nada es a destiempo en la naturaleza) hicieron que las obreras tuvieran que interrumpir su trabajo en varias ocasiones.
Aún así la cosecha ha sido suficiente para el consumo familiar y algún que otro bote de regalo para familiares y allegados.
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