Hay dos clases de hombres: quienes hacen la historia y quienes la padecen (Camilo José Cela)
El neurólogo Saul Martínez Horta ha escrito un interesantísimo libro titulado "Cerebros rotos" en el que da cuenta de las extrañas conductas y comportamientos que pueden provocar en los seres humanos algunas enfermedades neurológicas.
En una reciente entrevista en "El País" relata su experiencia con algunos de los pacientes que ha tratado y desarrolla otras importantes cuestiones relacionadas con el cerebro y con la conciencia.
El artículo me viene al pelo para comentar algunos síndromes de conciencia alterada tratados asimismo en la revista "New Scientist".
Por ejemplo; ¿conocíais el síndrome de Cotard?
También llamado delirio de negación o delirio nihilista, es una enfermedad mental relacionada con la hipocondría. Las personas que sufren el síndrome de Cotard creen estar muertas (tanto figurada como literalmente), estar sufriendo la putrefacción de los órganos o simplemente no existir.
El síndrome del miembro fantasma se caracteriza por la percepción de sensaciones de que un miembro amputado todavía está conectado al cuerpo y que sigue funcionando con el resto del mismo. En una palabra: creen que el miembro perdido todavía está presente.
Otro síndrome rarísimo es la sinestesia de calendario
Los sujetos que la padecen creen, en realidad, estar viendo un calendario enfrente de ellos, a menudo en una formación extraña (por ejemplo como si fuera un hula hop que les toca en el centro de su pecho).
En el síndrome de Capgras o síndrome de suplantación el paciente cree de forma irreductible que una persona de la familia o de su círculo de conocidos ha sido sustituida por un doble exacto.
La sinestesia de tacto-espejo es una condición que causa la experimentación de la misma sensación (como el tacto) que otra persona siente. Por ejemplo, si la persona observa a alguien tocándose su mejilla, sentiría la misma sensación en su propia mejilla.
El síndrome de la mano extraña o alienígena es un trastorno neurológico poco frecuente en el que la persona cree que la mano puede realizar movimientos sin que ella sea consciente.
Las personas que experimentan tan dramáticas diferencias en la percepción del mundo pueden ser raras pero todos somos potencialmente capaces de distorsionar nuestro sentido del yo.
El límite entre el "yo" y el mundo exterior es bastante borroso. Nuestra conciencia es, en realidad, bastante endeble. Los expertos en la materia no acaban de entender cómo de simples procesos físicos pueden emerger semejantes experiencias subjetivas.
Pero... ¿Deberíamos esperar que la física explicara la conciencia o habría que seguir buscando vías alternativas para su comprensión?
Ahí queda la pregunta, amigos. A falta de dos semanas para que termine mi "Año de la conciencia" y después de 51 semanas indagando y reflexionando veo que pocas son las seguridades y las certezas en este terreno aunque cada vez hay más investigación y conocimiento acumulado.
¡Hasta la semana 52!
Cuando el cerebro se rompe y no es objetivo, ocurren estos desbarajustes en la apreciación de las situaciones
ResponderEliminarEl cerebro controla todo, lo mide, lo valora, y cuando actúa fuera de la lógica llega el caos y el desorden.
La neurología está en eso, en descubrir y entender, pero por lo que comentas, la cosa va despacio.
Complejo tema José Luis, saludos.
Si, la verdad es que comprender cómo y por qué se interconectan 100.000 millones de neuronas es una tarea de titanes. Pero se van dando pasitos poco a poco.
ResponderEliminarTanto en este como en otros ámbitos se verán enormes avances en no muchos años.
Agradecido, como siempre, por tu comentario
JL