Sólo se ama lo que no se posee totalmente. Marcel Proust
Para mi gusto, pocas cosas hay más excelsas que tocar con maestría un instrumento musical. Me da lo mismo si se trata de soplar, rasgar o golpear. Interpretar música en cualquiera de sus modalidades es, a mi entender, uno de los actos más supremos del ser humano.
Pero es que además de las consideraciones filosóficas, el adquirir la destreza de saber tocar un instrumento supone, asimismo, un cambio significativo en el cerebro del intérprete.
"Estudios neurocientíficos han usado fuentes de imágenes magnéticas para comprobar el cerebro de pianistas, guitarristas, violinistas, etc., comparándolo con el de personas que poco o nunca ejecutaron un instrumento. Dichos estudios arrojaron, que la corteza auditiva de estos músicos es alrededor de un 25% más grande que la de personas no musicales" (Extraído del blog "Artes musicales")
¿Cómo se relaciona todo lo anterior con la conciencia?
Pues no cabe duda que las personas musicales desarrollan una mayor sensibilidad; aprecian mejor los ritmos y los compases, focalizan su atención en la ejecución con el instrumento y adquieren la habilidad de expresar sus emociones y sus sentimientos a través de la música. En una palabra: disponen de capacidades que facilitan su conexión con algunos de los ámbitos más sublimes de la mente humana.
Tengo la fortuna de contar con la amistad de varias personas que tocan algún instrumento. Es más, parece como que la vida me ha ido empujando a relacionarme con ellos. Quizás no sean unos virtuosos, pero todos tienen en común su pasión por lo que hacen. Cuando se ponen con la guitarra, el piano o el saxofón, el tiempo discurre para ellos de otra manera. Y a mi me encanta escucharlos y ver como disfrutan con su afición.
Estoy seguro también que en los recovecos de su conciencia siempre hay un espacio para la amistad, para la palabra amable, para la delicadeza... No cabe duda que una cosa lleva a la otra.
¡Hasta la próxima semana, amigos!
Un buen post,sí señor.Conozco amigos músicos…Se lo recomendaré y seguro que lo valorarán y se alegrarán que haya gente como tú.Un abrazo.José Luis.
ResponderEliminarUn buen artículo, José Luis.
ResponderEliminarSiempre me han llamado la atención esos agricultores de pequeños pueblos que tienen pasión por la música. Las bandas de los municipios dan fe de ello.
Sí, es verdad, la música y el trasteo de algún instrumento te convierte en un personaje delicado, como si estuvieras un poco ungido por alguna musa.
Gran asidero emocional, de armonías, para ir tirando.
Saludos José Luis
Justamente estaba pensando en vosotros cuando escribí esta entrada. Ambos contáis con el tesoro de saber tocar varios instrumentos musicales. Me consta la importancia que la música tiene para los dos. Y sé también que nunca os sentís solos cuando estáis interpretando.
ResponderEliminarGracias por el comentario
¡Un abrazo!