El mundo de la cuántica me resulta muy intrigante. Y eso que sólo soy un aficionadillo. Los expertos están detrás y delante a ver si pueden dominar los Q-bits y así empezar a aprovechar las enormes posibilidades que ofrece el manejo de lo extremadamente diminuto.
No es de extrañar, por tanto que, aprovechando las extrañas propiedades de los átomos, se hayan realizado intentos diversos para encajar "lo espiritual" con lo experimental e incluso se haya postulado una teoría que -según parece- explicaría dónde reside la esencia de nuestro propio yo.
Cuando oyes hablar de Penrose (D. Roger) te entran ganas de hacerle la ola. Es un famoso físico teórico que ha realizado destacadas contribuciones a la teoría de la relatividad y a la cosmología en general. También a la física matemática. Un cerebrín, vamos.
Y, como cabía suponer, también se ha atrevido a formular una teoría de la mente. Hasta el punto que no hay congreso sobre conciencia donde no quieran contar con él.
"Penrose ha argumentado que debe haber algo de naturaleza no computable en las leyes físicas que describen la actividad mental.
Este argumento tiene como base el teorema de la incompletitud de Gödel, que habla de la imposibilidad de una demostración formal de una cierta proposición matemática, aunque para el entendimiento humano ésta sea de hecho verdadera.
También en las ideas de Stuart Hameroff. Tanto Penrose como Hameroff postulan que la mente y el cerebro son dos entidades separables. Hameroff, médico anestesista, lo hace a través de sus estudios sobre los microtúbulos y el citoesqueleto celular, especialmente en las neuronas, mientras que Penrose lo hace desde el teorema de la incompletitud.
El modelo que defiende Penrose, junto con Hameroff, trata de explicar sucesos difíciles de entender a través de las neurociencias convencionales, y para ello se apoya en aspectos revisados de la teoría cuántica (por ejemplo, el concepto de coherencia), así como la existencia de un fenómeno físico, inédito hasta ahora, que parece darse en el interior de las neuronas cuando la función de onda cuántica se colapsa por sí misma en una reducción objetiva orquestada". (Extraído de Wikipedia)
Como siempre, la Red nos ofrece un montón de materiales para profundizar en este campo. Pero hay que ser cautos. Hay mucha superchería.
Yo me he permitido seleccionar algunos vídeos que considero pueden iluminar este ámbito.
Por ejemplo este que habla sobre mecánica cuántica y conciencia.
Este otro del mexicano Aldo que trata de lo mismo
Martí y Crespo se preguntan si la cuántica explica la consciencia
Stuart Hameroff también se interroga sobre la posibilidad de la existencia del alma cuántica
Así que, de momento, amigos ya hay materia más que de sobra para abrir boca.
Pero en este terreno todo sigue demasiado abierto. Quizás nos esperan grandes sorpresas en un futuro no tan lejano ¿quién sabe?
La interacion de las moléculas y los átomos le viene grande a este lector para entender.
ResponderEliminarSolo los grandes físicos nos pueden contar cosas,,,,, aunque hay aficionados que lo hacen de maravilla.
Complejo tema, pero tiene su verdad
Saludos, José Luis.
Los mundos de lo más grande y de lo más pequeño se nos escapan a los humanos, Javier.
ResponderEliminarSin embargo es fascinante contemplar los esfuerzos de la humanidad para desentrañar los misterios de ambos mundos.
¡Saludos!