Habla menos y observa más.
Anónimo
La primera vez que las vi en el Ikea, reconozco que me llamaron la atención. Nunca se me hubiera ocurrido imprimir un mensaje allí donde, habitualmente, nos refrotamos los zapatos.
Sin embargo, cuando me percaté de lo ingeniosas que eran algunas de esas inscripciones, no lo dudé un momento: yo también pondría una en la entrada de mi casa.
Está claro que los eslóganes que elegimos proyectan, de algún modo, nuestra forma de ser. O nuestro ideal. O quizás también aquel desideratum que nos gustaría alcanzar.
Es sabido que las personas funcionamos con pequeñas sentencias interiorizadas, frases hechas, muletas que nos facilitan agilizar la toma de decisiones y simplificar nuestras incertidumbres.
¿Habrá sido este el motivo de mis elecciones?
Sea como fuera, aquí os presento las 3 alfombras que, a lo largo de estos últimos 8 años, además de recordatorio propio, han saludado a todo aquel que venía a nuestra casa.
Alfombra actual. Me transmite optimismo |
Esta ya la jubilé pero me daba mucha marcha |
La primera de la serie. Es patente su desgaste. Pero me gusta conservarla |
Son los recordatorios puntuales de cuando vas a entrar a la hacienda, no vienen mal.
ResponderEliminarSon los intentos de mantener el ánimo en la gente.
Si es que todos necesitamos apoyo !!
Saludos, José Luis.
Si señor. Recordatorios puntuales. Que poco a poco perfilan tu forma de operar en la vida. Siempre viene bien el apoyo.
ResponderEliminar¡Un saludo!