A veces el miedo te impide vivir.
Federico Moccia
La historia "oficial" cada vez me interesa menos. Las gestas de los prohombres y los edificios que mandaron construir constituyen el relato habitual allá por donde uno se pierde. Se tienen en cuenta, sí; pero sin perder de vista otros muchos otros elementos que, a su modo, también han hecho historia.
En el caso que nos ocupa, los humildes picaportes creo que también tienen mucho que decir. El hecho de que todavía pervivan en las puertas de muchas casas, constituye un auténtico regalo. El timbre todavía no ha podido con ellos. Se resisten a desaparecer.
Los hay de todas las formas y maneras. Un campo abonado para la imaginación. Muchos de ellos recrean el puño sosteniendo con fuerza la bola golpeadora; otros recurren a animales fantásticos; la mayoría modelados en hierro de fundición; algunos en bronce. También aquí se intenta trasladar un referente de la clase social de los dueños de la casa. Como siempre... ¡Vanidad de vanidades...!
¿Cuántas historias no podrían contarnos de noches en vela por el repicar incesante de jovenzanos con ganas de jarana? ¿Cuántos aldabonazos para avisar de alguna desgracia? ¿O de alguna ventura?
Una primera aproximación por la calle de Barrio Nuevo de Uncastillo, arroja ya una variedad muy sugerente de picaportes.
Pendiente queda la realización del censo completo.
¡Con todos ustedes el modesto y dócil colectivo de los picaportes!
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Puño aporreador. El más común y el más lógico |
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La figura del león introduce en este caso una curiosa variación |
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Los hay más funcionales... |
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Repintados... |
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Ubicados en pareja ¿por qué? |
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De latón y artísticas formas... |
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Otro puño golpeador |
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Tipo salchicha... |
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Este me es familiar... |
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De moderno diseño... |
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En bronce. Más elegante en su momento... |
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Tipo "Droga Alfonso" |
Pues, sí, si, los picaportes de quién va !,y llamada, alguno me suena, de casas bien y los otros.
ResponderEliminarSiempre han cumplido su Misión, y en cierta forma se reverencian.
No pierdes ocasión para crear un documental.
Saludos, José Luis.