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viernes, 26 de mayo de 2023

APU21 Karl Von Frich y el lenguaje de las abejas


Planta melifera de la semana: agracejo rojo


 A este etólogo austriaco que alcanzó la respetable edad de 96 años ( 20 de noviembre 1886 - 12 de junio 1982) le debemos el descubrimiento de la famosa "danza de las abejas" o sistema de comunicación que emplean estos insectos para transmitir a sus compañeras en el interior de la colmena dónde se localiza la fuente de comida y cuan importante es su cantidad.

Las abejas también emplean un código parecido cuando están enjambrando. En este caso la información que transmiten se refiere a la idoneidad de la oquedad en la que pueden establecer su nueva morada.

Pero la cosa no queda allí. Evidentemente para organizar el delicado trabajo de almacenamiento de alimento, puesta de la reina y cuidado de la cría, se requiere de una compleja interacción en la que intervienen todos los complejos órganos receptores de la abejas para que los mensajes que van transmitiendo lleguen de una forma clara y nítida a sus compañeras.

Si algo me va quedando claro del libro de Lars Chittka "The mind of a bee" es que, a lo largo del tiempo, la evolución que realizaron las primitivas abejas solitarias cuando comenzaron a vivir en sociedad, fue, precisamente, lo que favoreció su capacidad de intercomunicación y la génesis de un lenguaje complejo que, en muchos aspectos, poco tiene que envidiar al lenguaje humano.

Y es que, por extensión, podríamos afirmar que todos los animales que se organizan en grupos sociales poco a poco van elaborando algún tipo de lenguaje que les sirve para intercambiarse las informaciones. A mayor complejidad del grupo, mayor necesidad de afinar en los mensajes y, por lo tanto, mayor complejidad en el uso de los códigos comunicativos.

Eso fue precisamente lo que ocurrió con los seres humanos cuando -progresivamente- pasaron del clan a la tribu y, posteriormente a grupos de una complejidad creciente. Con cada avance el lenguaje se fue haciendo más rico; más elaborado. Hasta nuestros días; en los que se puede apreciar el grado de sofistificación del lenguaje humano.

Otro aspecto a destacar en la comunicación de las abejas es la intensidad de la danza; es decir, la rapidez con la que los emisores del mensaje mueven el abdomen. A mayor intensidad del movimiento, mayor capacidad de convencer a sus semejantes.

Transladando de nuevo estas enseñanzas a nuestro mundo se podría decir que -entre nosotros- cuanta mayor vehemencia y énfasis se pone en el discurso, también es mayor la capacidad de convicción que  genera en los oyentes.

A nivel particular, yo saco, asimismo, la conclusión de que las personas crecemos más cuanto más nos comunicamos entre nosotros siempre y cuando la comunicación sea íntegra, sincera y  de calidad.

Y de aquí deduzco que mantener las relaciones de amistad y las relaciones sociales constructivas constituye un elemento clave de la estabilidad psíquica y del equilibrio personal.

Seguiremos indagando en los procesos comunicativos en el interior de la colmena, amigos.

¡Chao!

4 comentarios:

  1. Sí una abeja insiste e insiste es que algo con urgencia quiere decir.
    Sociedad perfecta la de las abejas, siguen su " corazón" y nunca engañan al colectivo.
    Mucho tenemos que aprender de ellas.
    El hombre distorsiona todo.
    La natura nos descubre.
    Saludos José Luis.

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  2. Bueno, siguen su corazón... y también su intelecto. Recientes investigaciones aventuran un grado de inteligencia mayor del que pensábamos en estos himenópteros.
    Un mundo apasionante, es verdad. La escuela de Munich ha conseguido muchos avances en el entendimiento de la conducta de las abejas.
    Sé que eres sensible a estos y otros animalicos.
    ¡Un abrazo!

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  3. Hola José Luis. Recuerdo leer algún libro sobre abejas de Von Frisch en mi primera juventud, uno de esos conseguidos en la librería General. Me apasionó esa lectura. Saludos.

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  4. Todo un científico apasionado por el mundo animal. Sus estudios se citan hoy en día con mucha frecuencia.
    Gracias por tu comentario, Jorge.
    Abrazos

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