El arte es plagio o revolución.
Paul Gauguin
Se ha publicado tanto y tanto se ha difundido la idea de la importancia de la meditación que no parece necesario insistir en ello.
Otro tema es la práctica. La concreción de la teoría. Y lo más complicado: la sistematicidad de las sesiones.
Los escáneres cerebrales que se realizan a personas que practican la meditación muestran efectos positivos reales y mensurables en el cerebro.
Está claro que meditar un ratito diariamente contribuye a reducir el estrés y aminorar la ansiedad. Y según los investigadores del tema, también aparecen cambios orgánicos en el cerebro. Regiones que tienen que ver con el aprendizaje y la memoria se ensanchan. La amígdala, la zona del cerebro que reacciona a las amenazas y secuestra la atención, se refuerza; se mejoran las conexiones neuronales e incluso -afirman- se dan cambios en el genoma.
"La meditación de consciencia plena consiste en concentrarse en el momento actual, en las propias sensaciones y percepciones internas.Se trata de una práctica capaz de influir de manera positiva en la salud, en especial en la reducción de la ansiedad emocional.
Desde la neurociencia se observa con interés esta forma de meditación, con aparente incidencia en el funcionamiento del cerebro.
Detenerse y observar, cerrados los ojos, lo que sucede dentro de nosotros (la propia respiración, las sensaciones corporales, el flujo incesante de pensamientos) y a nuestro alrededor (sonidos, olores, etcétera). Simplemente observar. Sin emitir juicio alguno, sin esperar ningún tipo de suceso, sin rechazar nada que nos venga a la mente, pero sin aferrarse a lo que está pasando. Eso es todo. Así de sencillo. Se trata de la meditación de consciencia plena, mucho más eficaz de lo que pueda parecer a mentes apresuradas y deseosas de «controlarse».
Consciencia plena es la calidad de consciencia que emerge cuando concentramos la mente de forma deliberada en el momento actual. Se dirige la atención a la experiencia que se vive y se sufre, sin filtro alguno (se acepta tal como es), sin formular juicio (bueno o malo, deseable o no), sin esperar nada en concreto". (Revista "Mente y cerebro")
Aquí tenemos, amigos un estupendo recurso. Con un gran potencial curativo.
Pero el condicionante que se pide para que la práctica genere resultados concretos es, para mi gusto, lo más difícil de conseguir. Si te metes en este mundillo se te pone como condición que no puedes fallar ni un solo día. Es la condición básica para lograr la ansiada estabilidad y la tranquilidad mental.
Os dejo con el "pope" del mindfulness: Jon Kabat-Zinn.
Primero su intervención (traducida simultáneamente al español) en el 5º congreso internacional de Mindfulness celebrado precisamente en nuestra ciudad; en Zaragoza.
En segundo lugar un vídeo titulado "9 actitudes de mindfulness".
También una referencia a su libro "Vivir con plenitud las crisis" que en su día leí y que me pareció de gran interés y ayuda.
Ya veis. Todas disciplinas tienen sus luces y sus sombras.
¡Hasta la próxima semana, amigos!
Complejo el mundo mindfulness, pero una vez estudiado en profundidad, yo entiendo que es un proceso de ayuda para que nada de lo que ocurre en la sociedad te afecte, es como una especie de escudo que te aísla de lo que te puede incomodar emocionalmente.
ResponderEliminarLa meditación era el proceso primario, dónde primaba mucho la autosugestión hasta llegar a cotas de convencimiento sin mucho recorrido, ejemplo, la meditación empleada como recurso de convencer en las vocaciones religiosas, para conseguir acólitos.
Pienso que todo se basa en entender la existencia, el saber qué hacemos aquí y que nada nos afecte,,,, ser conscientes.
Bueno todo es un poco lioso.
Temática compleja señor José Luis,pero profunda y necesaria para aprender.
Saludos.
Profunda y acertada reflexión, D. Javier.
ResponderEliminarMe encanta recibir comentarios que ofrecen otras visiones o puntos de vista sobre los temas tratados.
Ese es el sentido de este blog: "Compartir nuestros periplos vitales"
Gracias otra vez por tu aportación