La preocupación es como una mecedora, te dará algo que hacer, pero no te llevará a ninguna parte.
Vance Havner
Ya me olí algo raro cuando en una de mis recientes visitas de inspección a la balsa me percaté que los peces ¡habían desaparecido!
No le di muchas vueltas al tema. Pensé que alguien se habría encaprichado de los animalitos y se los habría llevado a su casa para meterlos en una pecera. Mira que bien -reflexioné- así podré limpiar el sedimento acumulado en el estanque.
Coloqué de nuevo la madera que servía de evacuación para las aves y otros animales en caso de que se precipitaran al agua y... ¡aquí no pasa nada!
Pero ha sido esta semana cuando me he llevado una profunda decepción.
Me envía Juan Comas un WhatsApp con una foto impactante: ¡los ladrones se han llevado el estanque!
Un poco aturdido al principio no puedo dar crédito a lo que ven mis ojos. Nunca creí que alguien pudiera hacer algo así. Me parece inverosímil.
Pero reflexionando con más sosiego me voy percatando que el suceso responde a la realidad social que vive nuestro país.
Es evidente que cada vez hay más personas sensibilizadas con el respeto al medio ambiente; pero también es cierto que todavía hay amplísimos sectores de la población que esa cuestión les trae sin cuidado.
Amigos de lo ajeno abundan por todos los lados y cada cual puede hablar de los robos que ha sufrido a lo largo de su vida. Pero -la verdad- nunca me hubiera imaginado que alguien tuviera la osadía de robar un estanque. Un lugar de reposo y sosiego en plena naturaleza. Un punto húmedo en el secano. Una fuente de vida para los animales en el verano.
Desde luego que nada de esto les ha importado lo más mínimo a los ladrones. Para llevarse el estanque han tenido que vaciarlo previamente. Y habrá sido necesario el trabajo de, al menos dos personas para extraerlo y cargarlo en una furgoneta. Un sofocón.
En mi vida siempre he sido positivo. No niego que este suceso me ha dolido profundamente. Pero no pienso dar ni un paso atrás. El punto húmedo seguirá existiendo en los pinares de Villamayor.
El próximo martes, día 2 de marzo vamos a realizar una expedición de desagravio con mis amigos orientadores y pondremos de nuevo en marcha la balsa.
Seguro que los animales que acudían a beber allí lo agradecerán.
Y yo también me sentiré aliviado.
Los inicios
Preparación
Estanque en invierno
Eso no está bien,
ResponderEliminarA veces somos reos de la mediocridad y la insensibilidad.
Lo normal es que cuando uno descubre la balsa y ese rincón tan bonito es que se alegre y lo mantenga en la memoria.
Sé que te ha molestado mucho esa acción, era uno de tus rincones preferidos, aunque....no saben con quién se han topado, todo tomará vida de nuevo.
A mí me ha molestado mucho esa acción.
Ánimo, José Luis.