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viernes, 6 de enero de 2023

APU1 Alegato en favor de la apicultura urbana en la ciudad de Zaragoza


“Si la abeja desapareciera de la superficie del globo, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida: sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres.”

ALBERT EINSTEIN 


Cuando voy a Londres a visitar a mi hija y a su familia, siempre me sorprende la mansedumbre de los animales que te encuentras por los parques. Las ardillas vienen a comer de tu mano, los cuervos (de por si asustadizos) se te acercan a distancias inconcebibles en nuestro país; los pajarillos se te aproximan confiadamente para ver si les echas algo de comida y los patos, gansos y cisnes caminan armoniosamente a tu lado como si formaran parte de tu círculo de amigos.

Y las abejas... ¿qué pasa con las abejas?

Pues por lo que he podido ver también muestran un comportamiento calmado. Diríamos que se encuentran plenamente integradas en el colectivo de mansedumbre animal. Desarrollan su labor en la ciudad calladamente y sin aspavientos. Sin hacer estrapalucio -que diríamos nosotros-

Será la climatología, el hecho de vivir en una nación insular o... el trato que les dan los ciudadanos. El caso es que, a mi entender, la vida animal está mucho más integrada -y es mucho más respetada- por aquellas tierras que en nuestro país.

Aquí parece que las cosas van cambiando poco a poco; pero hasta ahora hablar de abejas en las ciudades españolas supone ponerse de inmediato en alerta porque lo primero en lo que piensan la mayoría de los ciudadanos es en las dolorosas picaduras o en la imagen -según ellos terrorífica- de miles de abejas enjambrando a la búsqueda de una nueva morada.

Está claro que la mayoría desconoce que cuando las abejas enjambran no pican.

Más llamativo todavía resulta el hecho de que en los programas de protección de la naturaleza, biodiversidad y sostenibilidad que desarrolla el Ayuntamiento de Zaragoza no aparezca ni una sola mención a las abejas urbanas siendo que -por propio derecho- ellas deberían figurar en el número uno de la lista de especies a proteger.

Las abejas urbanas llevan muchos años asentadas en Zaragoza y los ciudadanos, por lo general, no tienen ninguna conciencia de ello.

Algunas afortunadas colonias que han logrado pervivir sin ser desalojadas desarrollan su benéfica labor polinizadora tranquila y calladamente. Si han dado con una ubicación en la que pasan desapercibidas, la ciudadanía ni se entera de su existencia.

Máxime si tenemos en cuenta que las obreras pecoreadoras (las que recolectan polen y néctar) no se meten con nadie y se entregan de forma ardua y callada a su labor. Una labor que -no lo olvidemos- impulsa el desarrollo de un montón de especies vegetales y la fecundación en los árboles frutales.

Desde la Asociación Zaragozana de Apicultura Urbana queremos unirnos al movimiento mundial de protección de los insectos polinizadores y favorecer la coexistencia de las personas con distintas especies animales en nuestra ciudad.

Aspiramos, asimismo, a favorecer la apicultura urbana protegiendo aquellas colonias ya establecidas así como colocando algunas colmenas  y cajas caza enjambres en lugares que no ofrezcan ningún riesgo para la población. 

A lo largo de estos dos próximos años 2023 y 2024 realizaremos una labor de difusión y sensibilización para lo cual será determinante la implicación del ayuntamiento de Zaragoza.

Llevamos ya 5 años colaborando con la unidad de himenópteros del servicio de bomberos en la retirada de enjambres, asesoramiento y formación  y creemos que ahora es el momento de dar un paso más.

 Hay muchos aspectos a tratar en el campo de la apicultura urbana y todos los queremos desarrollar.

Desde este blog animamos a todas las personas interesadas en la protección de las abejas urbanas y demás insectos polinizadores a que contacten con nosotros. Entre todos podemos realizar un gran aporte a la protección del medio ambiente.

¡Continuaremos la próxima semana!


2 comentarios:

  1. En mi pequeño huerto al lado del Ebro, tengo una planta de espliego bastante grande aún en floración y orgulloso estoy de que la vengan a visitar las abejas estos días de invierno.
    Su tranquilidad dentro de la planta contagia y me dice, que lo que planteáis con ellas en la ciudad, es posible.
    Felicitaciones por vuestra labor.
    Saludos.

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  2. Muy bien por contribuir al mantenimiento de los polinizadores. El espliego es una de las plantas más atractivas para las abejas. Así que no me extraña que acudan si, como dices, la planta brilla también en invierno en todo su esplendor.

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