Cuando mi hija mayor decidió asentarse en Londres y formar allí una familia tuve que recomponer mi estrategia y mis objetivos relacionados con la apicultura urbana.
Enseguida me enteré de que allí funcionaba desde hacía años la "London Beekeepers Association" que, a su vez, está integrada en la más poderosa British Beekeepers Asociación.
La asociación de Londres cuenta con una larga tradición apícola en la ciudad y, ni corto ni perezoso solicité mi ingreso en dicha organización alegando que, aunque no era británico, viajaba a Londres con frecuencia por motivos familiares permaneciendo durante algunos días en la capital.
A pesar que por aquella época estaba en boga el fenómeno "Brexit" no hubo ningún inconveniente para que me adscribiera a la Asociación.
Con el tiempo pude asistir a alguna de sus reuniones. Tanto las formales como las que, de vez en cuando, se realizan en algún pub; si bien debo decir que poco podía aportar debido a mis limitaciones de comprensión y expresión oral en inglés en aquella época.
Sin embargo poco a poco me fui animando y mejorando mi nivel y el pasado año 2.022 decidí inscribirme en un curso de iniciación a la apicultura que se desarrolló on line y también de forma presencial.
El formato que le dieron a la fase on line me pareció muy interesante porque los expertos de la asociación fueron los encargados de abordar las distintas temáticas de las que constaba el cursillo y los asistentes en línea podíamos hacer también preguntas y consultas.
Pero lo que más me gustó fue la fase presencial que se desarrolló en el Holland Park el día 7 de mayo del pasado año 22.
Aquí os dejo algunas fotos y varios vídeos que tomé del evento
Preparativos en el stand de la LBA |
Con el grupo de participantes |
Muchas fueron las cosas que me sorprendieron durante estas prácticas pero sin duda lo más notable es la perfecta integración -con total normalidad- de la apicultura tanto en los parques como en algunos domicilios particulares.
Me llamó la atención -igualmente- la mansedumbre de las abejas con las que practicamos y el interés de muchos ciudadanos por preservar la vida de los insectos polinizadores en la ciudad.
La labor de difusión e información de la LBA (London Beekeepers Association) también es de resaltar. Periódicamente realizan charlas y reuniones para sensibilizar a la población sobre la importancia de fomentar y normalizar la convivencia de los insectos con las personas en la ciudad, aprovechando cualquier evento para montar su puesto informativo.
En el Reino Unido (a diferencia de España) no he visto que haya mucha legislación sobre apicultura urbana. Parece como que haya un acuerdo acerca del buen criterio de la gente. Si tienes una colmena en tu jardín no tienes la obligatoriedad de registrarte en ningún sitio si bien imagino que al menos contratarán un seguro de responsabilidad civil. Esto lo tengo que confirmar.
La próxima semana abordaré el tema de la legislación sobre abejas en la ciudad de Londres.
¡Nos volvemos a ver el próximo viernes!
Me sorprende el interés inglés y la normalidad con las abejas.
ResponderEliminarEl cuidado, cuidado, cuidado, español por su peligro, en Inglaterra no es tan alarmante.
Lo importante es proponer y comenzar para mentalizar a la gente de su importancia.
Si una ciudad acepta el envite con naturalidad, otras les seguirán sin rechistar.
Mucha suerte, José Luis, en este nuevo periplo.
Veremos, veremos. Nuestro país cuenta con una arraigada tradición de considerar a los animales como un peligro o como entes a explotar más que como seres con los que deberíamos convivir armoniosamente.
ResponderEliminarPero sí, es verdad. Poco a poco se ve que la sociedad va cambiando a mejor.
Saludos de nuevo.
Me encantan tus puntuales comentarios.