Y estamos tan acostumbrados a ver descender desde el cielo miriadas de gotas que nos parece del todo normal este hecho. Como también estamos habituados al viento, a las tormentas, a la niebla...
Sin embargo, haciendo uso de una visión más global, veremos que no en todos los lugares la cosa funciona así. Y no tenemos que ir muy "lejos". En nuestro propio sistema solar, tenemos ya la referencia de fenómenos parecidos a los de la tierra pero muy distintos en su composición y evolución.
Si en la vecindad próxima del Sistema solar ocurren estos extraños fenómenos, no quiero ni pensar lo que nos deparará el conocimiento de lo que pasa en otros sistemas de otras galaxias.
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