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viernes, 25 de septiembre de 2020

El "aproximaciones"

 


 “Todo el mundo necesita creer en algo. Yo creo que me tomaré otra cerveza”.
W.C. Fields

Me vais a permitir que me ponga en modo "metacognición" para intentar explicar mis últimas reflexiones sobre mi propio estilo de aprendizaje.

Pues resulta que ya llevo un tiempo apercibiéndome de que mi historial de aprendizaje se ha fundamentado en la adquisición de conocimientos, si,  pero obteniendo una visión global o general de lo aprendido más que asentando ideas y conceptos. Mi mujer lo resumía llamándome "El aproximaciones"

Bueno, quizás con un ejemplo me explique mejor: resulta que, después de leer un libro (por ejemplo sobre astronomía) siempre me queda la sensación de que me ha encantado y que he aprendido muchas cosas. Pero cuando me interrogo a mi mismo sobre si sería capaz de dar una charla sobre el contenido del libro, la respuesta suele ser casi siempre ¡no!

Esa discrepancia entre lo que creo que he aprendido y lo que realmente puedo manifestar lleva ya un tiempo intrigándome. No olvidemos que hay un dicho que afirma: "Si no lo sabes explicar, es que no lo has entendido"

Probablemente este estilo de aprendizaje por aproximaciones sea la consecuencia de mi propia trayectoria personal. Del modelado en la infancia y de la exigencia de títulos para desempeñar un trabajo. Hasta ahora lo que he aprendido me ha servido de puente para alcanzar un mejor estatus laboral en un tiempo razonable. No importaba tanto el asentar conocimientos como el poder reproducirlos en el momento adecuado; es decir, en los exámenes. Pero los tiempos han cambiado.

Afortunadamente el plus de tranquilidad que facilita la jubilación me permite aprender de otra manera; actuar con más precisión y sosiego.

Y veo que tengo que modificar algunos aspectos de mi proceso aprendiz para alcanzar la añorada meta del "aprendizaje pleno".

De manera que, al leer un libro, por ejemplo; puedo probar otras fórmulas diferentes a las utilizadas hasta ahora.

Muchas cosas son las que voy ensayando y, como guía, os comento alguna:

- Anotar en los márgenes del libro las ideas o expresiones que me resulten más llamativas (no me importa ya "guarrearlo")

- Repasar periódicamente los contenidos para asentarlos en la memoria.

- Quedarme con las ideas, los datos y los contenidos más importantes con la idea de -posteriormente- poder reproducirlos.

-  Aprender a enlazar unos conceptos con otros y, sobre todo, ser capaz de aplicarlos con precisión en el día a día.

- Realizar asociaciones para memorizar cifras y datos de interés de forma que se asienten con firmeza en la memoria. Por ejemplo: ¿Cuál es la distancia de la tierra a la luna? ¿Cuántos km son una UA (Unidad Astronómica)? ¿Cuántos km son un año-luz? ¿Cuál es el nombre de (al menos la mitad) de los 82 los satélites de Saturno?

Ya veis, amigos. Mucho camino queda por recorrer. Pero lo mejor de todo es la voluntad y el deseo de mejorar, de afinar los procesos de aprendizaje.

De todas formas ya voy vislumbrando que esta labor no se acaba nunca ¡Y que así sea!

Cuanto más se mantiene el interés y la curiosidad más motivos hay para vivir.


1 comentario:

  1. Pues sí, es como si preparas una oposición de ese libro y lo quieres retener para exponerlo mejor.
    Cuando lees algo que merece la pena la misma mente se encarga de asimilarlo y mantenerlo.
    Tu trabajo de asimilación necesita disciplina que es lo que manejas tú de maravilla.
    Lo importante es leer y disfrutar, lo de asimilar todo, queda en manos de los virtuosos como usted.
    Siempre sorprendes con tus conjeturas.
    Saludos de Javier.

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