"La superstición -en forma de mitos y creencias religiosas que surgen de la ignorancia de las leyes de la naturaleza o del temor a lo desconocido y que ahora sabemos que entra en conflicto con evidencias sólidas- se ha inculcado en la humanidad a lo largo de más de mil generaciones.
No es de extrañar que su influencia siga siendo tan fuerte y generalizada hoy en día y que siga siendo un formidable competidor de la razón y la revelación en los intentos de responder las principales preguntas de la existencia humana". (Extraído del libro "Cosmo Sapiens" de John Hands)
Muchas personas de mi generación hemos vivido la infancia bajo el paraguas de la religión católica. El que esto escribe ejerció de monaguillo durante varios años y vivió en primera persona la sucesión de rituales, ceremonias, rezos y cánticos asociados al calendario católico. Muchas horas invertidas en rezar, en "ad tertiams y ad nonams" y en aprender de memoria el catecismo. Muchas, muuuchas horas.
Los hubo que fueron reclutados por los avistadores de los colegios de frailes o de los seminarios y cuya vida también quedó marcada por esa experiencia. En los pueblos, en los años sesenta, la educación en un centro religioso era la opción más indicada para intentar ascender de estrato social.
Bueno, el caso es que un montón de gente dedica o ha dedicado una buena parte de su vida a dar curso a sus creencias religiosas ya sea desde el islamismo, el budismo, el hinduismo, el catolicismo o cualquiera de las múltiples religiones existentes en la tierra.
El ser humano se aferra a cualquier creencia que le sirva para explicar, de alguna manera, el misterio y el sentido de nuestra existencia. Necesitamos explicaciones de los interrogantes de la vida. Deseamos trascender. Aún a sabiendas de que la elección de una vía supone, automáticamente desechar todas las demás ¿Quién tiene la razón?
El caso es que lo que a mi me llama la atención son los caminos tan diferentes que cada cual emplea para dar con esa explicación.
Sólo entre mis amigos y conocidos la situación no puede ser más variopinta. Veamos:
JC es un fiel seguidor de la Antroposofía. Entre otras cosas, creen en la reencarnación y en la existencia de distintas esferas después de la muerte. También en la existencia de seres parecidos a los ángeles. En palabras de Rudolf Steiner -su fundador-"La Antroposofía es un camino cognitivo, que busca conducir lo espiritual en el ser humano a lo espiritual en el universo".
JM es más partidario de la filosofía oriental. Practica el taoísmo y la meditación. Normalmente se le ve contento. Parece que le sirve.
JN es católico convencido. De los de ir a misa todos los domingos. Su formación científica no ha supuesto ningún impedimento para seguir la doctrina de la Iglesia.
H es musulmán. De rezo diario y visita al menos una vez en su vida a La Meca. El Corán es su manual de referencia.
MD es más partidario de creer en la existencia de seres venidos de otros planeta. Según él muchos de ellos estarían en este momento interaccionando -para bien o para mal- con los terrícolas.
Y yo me pregunto... ¿Quién tiene la razón? Porque tendría narices vivir toda una vida convencido de algo erróneo.
Por lo que a mi respecta diré que hace tiempo que he dejado atrás mis creencias de la infancia. En gran medida gracias al acceso habitual a Internet.Como bien dice John Hands las sólidas evidencias científicas echan por tierra la práctica totalidad de las religiones. Sus explicaciones sobre el ser humano y lo que ocurre después de la muerte, sencillamente no son creíbles.
Eso no quita para que un día si y otro también no me interrogue por los misterios de la vida y de la muerte, la grandiosidad del universo y la maravilla de lo más diminuto.
Lo reconozco. Yo también -a mi estilo- busco trascender.
Enhorabuena, por tu artículo, de supuestos y realidad.Estoy de acuerdo contigo, no hay más cera que la que arde sobre la trascendencia, La naturaleza es la que marca los tiempos de los seres vivos nada más, y la lógica de la razón, la que explica el proceso.lo demás, son todo miedos o asideros para alcanzar lo sobrenatural, que no existe.Que las creencias lo han llenado todo, es verdad, pero ahí están los hosarios del mundo, que resumen el relato., Los buenos profesores hacen gala, como usted, de documentación. Un placer leerlo.Saludos de Javier.
ResponderEliminarTodo lo que dices me parece perfecto unicamente que no veo porque te preguntas quien tiene razón. Esto no es un concurso o una competición cada uno coge, de lo que encuentra, lo que le resulta asumible en su momento existencial y buenamente intenta que su ser progrese en el sentido que elija. Hay unos caminos muy concretos y entre ellos muchos otros, el que cada uno siga es producto de su libre elección. Nunca hay una trayectoria mejor que otra, o al menos eso creo.
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